Más recursos económicos para la dictadura al inaugurar nuevo laboratorio donde procesarán pruebas Covid-19

Al parecer a la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo les ha ido “muy bien” en el negocio de hacer las pruebas de Covid-19 a toda persona que requiere salir de Nicaragua. Prueba de ello es que, en plena crisis económica y sanitaria, inaugurarán un segundo Laboratorio Nacional de Investigación en Salud para tomar y procesar muestras a personas que viajen al exterior.

Según la sancionada Rosario Murillo, el laboratorio estará ubicado en Bolonia por donde fue la entrada principal del Hospital Militar “Dr. Alejandro Dávila Bolaños” y será inaugurado este próximo miércoles 11 de agosto.

“Son 63 millones de inversión y en ese laboratorio vamos a atender a las personas de los distritos 1, 2, 3 y 4 de Ciudad Sandino, El Crucero, Villa El Carmen, San Rafael del Sur, Mateare y también de los que lleguen de los departamentos de León, Chinandega, Carazo y Rivas y las personas, también los no nacionales que requieren de esta prueba para viajar”, dijo Murillo.

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Las pruebas de COVID-19, según Murillo, se continuarán realizando en el Complejo Nacional de Salud “Concepción Palacios” en Managua.

“El Conchita Palacios va a continuar atendiendo a los distritos, 5, 6 y 7 de Managua y a todas las personas que lleguen de Tipitapa, San Francisco Libre, Ticuantepe y todas las personas que lleguen de los departamentos del Norte y centro de Nicaragua”, dijo la sancionada por EE.UU y Canadá.

Cada prueba de Covid-19, realizada por el Ministerio de Salud, tiene un valor de 150 dólares y sólo esta institución de la dictadura tiene la facultad de realizarla, ya que los laboratorios y hospitales privados aún no tienen autorización para hacer el test, pese a que  han reiterado la solicitud para ello.

Los nicaragüenses que buscan someterse a la prueba del COVID-19 y obtener un resultado, denuncian aglomeraciones, largas filas y ningún distanciamiento físico en la sede nacional del Ministerio de Salud, donde el gobierno del presidente Daniel Ortega centralizó estos test.

El Ministerio de Salud ha visto sobrepasada su capacidad ante la cantidad de personas que llegan a pedir la prueba, que se ha convertido en un requisito de viaje a varios países, entre ellos Estados Unidos.

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