“Es un calvario”, dice obispo de Honduras al referirse a la situación de la iglesia en Nicaragua

En entrevista concedida al medio español, Vida Nueva Digital, el obispo de la diócesis de Danlí, en Honduras, monseñor José Antonio Canales, quien es actual secretario del Secretariado Episcopal de América Central (SEDAC), dijo que la situación de la iglesia en Nicaragua es “un calvario” ante el recrudecimiento de las políticas represivas de la dictadura sandinista y asegura que es “difícil” -en estos momentos- lograr la libertad del obispo Rolando Álvarez, preso político de Daniel Ortega.

El jerarca católico hondureño remarcó el trabajo de los sacerdotes y obispos nicaragüenses a pesar de la campaña de desprestigio de la dictadura sandinista con el afán de querer destruir la credibilidad de la iglesia católica, lo que se considera como una situación grave de un gobierno autoritario que se creía “ya había sido superado por la humanidad”, pero en Nicaragua “es un retroceso del siglo”.

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Monseñor Canales se refirió al congelamiento de las cuentas bancarias de la iglesia católica y los sacerdotes, y dijo que es otra de las maneras de ahogar a la iglesia, o bien, “de sofocarla”, y criticó que el mismo gobierno limite el ingreso al país a sus nacionales, entre ellos, religiosos católicos.

“El calvario que están viviendo los nicaragüenses, es lamentable, es muy triste. Quizás si Nicaragua fuera un país petrolero y rico, muchos tendrían la vista en él, pero en un país pobre la gente está sufriendo allá y los medios de comunicación, con sus excepciones, claro, callan. Incluso de organismos internacionales hay bastante silencio en relación a lo que pasa con Nicaragua, y eso es muy lamentable”, afirmó el obispo hondureño.

En ese sentido, el líder religioso también se refirió a la posibilidad de lograr la excarcelación de monseñor Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa, quien permanece recluido desde febrero pasado en una celda de máxima seguridad en un penal de Managua que es señalado de torturar a opositores de Daniel Ortega. La semana pasada el Papa Francisco dijo a Vida Nueva Digital que siguen “negociando” la liberación del obispo nicaragüense.

La iglesia es considerada la “piedra en el zapato” de Ortega

A su criterio, es difícil creer -en estos momentos- que monseñor Álvarez será liberado por el régimen sandinista, pues asegura que “todo apunta a que Nicaragua va a un Estado totalitario”, y en ese sentido, “no se admite la disidencia, y el gobierno nos ha dado detalles de que camina en esa ruta”. “No veo libre a monseñor Álvarez en este momento”, señaló el religioso de Honduras.

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“Si cambiara algo en Nicaragua, y el gobierno rectificara y quisiera un poquito bajar el peso de la persecución para la disidencia, incluyendo la Iglesia, entonces podríamos ver un rayo de esperanza, pero en este momento no”, agregó.

Por otro lado, el actual secretario del SEDAC expresó que la iglesia católica, “es la institución que, para ellos, ha sido el enemigo número uno, y por lo tanto quieren oprimirla, desaparecerla, ahogarla, quieren eliminarla por cualquier frente que sea posible, desde cualquier flanco, sin dejar que otros sacerdotes extranjeros lleguen”, en referencia a la cantidad de religiosos desterrados de Nicaragua.

“Esto es un caso inédito: que un nacional no pueda ingresar a su propio país por una diligencia, por cuestiones de salud. En cuestiones de visitar a familiares fuera del país, al tener embarcarse para regresar a su país, les han dicho ‘no puede regresar’, pero son nicaragüenses, o sea, aquello ha llegado a unos límites increíbles”, añadió.