Obispo de Costa Rica a los pies de la Virgen de Fátima en Portugal ruega por monseñor Álvarez

El obispo de la Diócesis de Tilarán, Costa Rica, monseñor Manuel Eugenio Salazar, no ha cesado en su activismo en defensa del obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, quien es preso político de la dictadura sandinista de Nicaragua. Esta vez, en el marco de la XXXVIII Jornada Mundial de la Juventud que se realizó en Lisboa, Portugal, se dirigió a los pies de la Virgen de Fátima en rogativa por la liberación del jerarca católico nicaragüense.

Con una bandera de Nicaragua en sus manos y una fotografía de monseñor Álvarez, el obispo de Tilarán oró por el sufrido pueblo nicaragüense y la iglesia que peregrina en este país de la región, frente a la venerada imagen de la Virgen María bajo la advocación de Fátima, luego de concluir la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que se llevó a cabo en la nación europea.

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“Hoy he pedido a los pies de la Santísima Virgen María, en su advocación de Nuestra Señora de Fátima por mi hermano obispo Monseñor Rolando Álvarez, obispo de Diócesis de Matagalpa. He dejado una fotografía suya y una bandera de Nicaragua, para que la Virgen defienda a todos sus habitantes”, publicó en sus redes sociales, monseñor Salazar.

“Virgen de Fátima, ruega por todos tus hijos”, agregó.

El pasado 30 de julio, el obispo costarricense partió del aeropuerto Juan Santamaría, en San José, para llegar hasta Portugal y participar en la JMJ junto al sumo pontífice de la iglesia católica, el Papa Francisco. En esta ocasión, el religioso llevó consigo la réplica de la venerada imagen de Nuestra Señora de Los Ángeles, patrona de Costa Rica.

Siempre ora por monseñor Álvarez

Monseñor Salazar defiende la misión pastoral del obispo nicaragüense, quien recientemente cumplió un año secuestrado por orden de la dictadura sandinista. A mediados de febrero pasado, a pocos días que el régimen condenara al religioso a 26 años de prisión, monseñor Salazar viajó hasta la frontera con Nicaragua para orar por su hermano obispo.

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El obispo costarricense, quien en 2022 recibió a las Hermanas Misioneras de la Caridad de Madre Teresa de Calcuta tras ser expulsadas de Nicaragua por orden del Ministerio de Gobernación (Migob), al llegar al cantón de la Cruz, en Guanacaste, y situarse cerca de la frontera con Nicaragua, dijo que eso era lo “más cercano” que podría estar del obispo de Matagalpa.

“Hoy jueves eucarístico pude orar por nuestro hermano pueblo de Nicaragua, por la Iglesia, por sus pastores y especialmente por sus habitantes. Mi corazón de Pastor se siente herido por el encarcelamiento injusto de Monseñor Álvarez, pero me llena de fortaleza haber venido a la frontera con Nicaragua a orar por él”, escribió en sus redes sociales.