¿En qué se basan las negociaciones para permitir las patronales de Managua? Esto dicen analistas

En los últimos días, la iglesia católica confirmó, al igual que la comuna sandinista de Managua, que las fiestas patronales en honor a Santo Domingo de Guzman se realizarían con total normalidad. El padre Boanerges Carballo, párroco de la iglesia de Las Sierritas, en honor al santo, afirmó que “gracias a las negociaciones y acuerdos con la Alcaldía” será “posible” celebrar al patrono de los capitalinos.

Pero, ¿en qué consisten las negociaciones entre la parroquia de Santo Domingo de Guzman de Managua y la alcaldía sandinista? Hasta ahora, la iglesia católica aún no se refiere a los acuerdos o conclusiones a los que llegaron con el régimen sandinista durante las “negociaciones” para lograr el aval de Rosario Murillo que permite la realización de las fiestas patronales de Managua.

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En un primer instante pareciera que se trata de un intento del régimen orteguista por mostrar una irreal situación de la crisis que vive entre la iglesia por el abuso y las agresiones de parte del sandinismo, que ha provocado divisiones entre la militancia del FSLN y la feligresía católica.

Ante este escenario sigiloso, el periodista Emiliano Chamorro, quien por muchos años se ha desempeñado en coberturas religiosas, exhortó a la iglesia católica a ser “transparente” con la feligresía sobre los detalles que se dieron en esas conversaciones bilaterales para que Murillo permitiera la tradicional procesión del 1 y 10 de agosto.

¿Afinidad política del padre Boanerges facilitó conversaciones con el régimen?

El reconocido reportero nicaragüense, ahora en el exilio, recordó que la aprobación del régimen en cuanto a las fiestas patronales de los managuas ocurre en un contexto sombrío para la iglesia debido a que la dictadura obligó al encierro total a las parroquias del país en el marco de sus fiestas patronales al prohibir las procesiones y otros actos religiosos, así como el uso de pólvora.

Incluso, aseguró que la cercanía que tiene el padre Boanerges y su hermano Bismark Carballo, con la dictadura, pudo facilitar las conversaciones y el acercamiento de la iglesia con Ortega y Murillo, quienes en reiteradas ocasiones le declararon la guerra a las autoridades religiosas del país, sobre todo, a sacerdotes y obispos al acusarlos de “tranqueros, golpistas y terroristas”.

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“La capacidad de conversar, es fácil conversar cuando sos devoto de una dictadura, al menos entre ellos se está viendo esa voluntad, ahora esta festividad no tiene que ver nada, ahorita que va a celebrarse a Santo Domingo de Guzman, realmente se sale de la devoción popular ¿por qué se sale? porque no va a ser una fiesta como la celebran siempre los managuas, con devoción”, manifiesta Chamorro en entrevista a Nicaragua Actual.

¿Qué pasará después de concluir las fiestas patronales de Managua?

Por su parte, la investigadora religiosa y defensora de derechos humanos, la nicaragüense Martha Patricia Molina, se refirió a los siguientes pasos represivos que el régimen dará en contra de la iglesia católica tras concluir las fiestas patronales de Managua, mismas que Murillo aplaude con bombos y platillos al autonombrar “Mayordoma” a la alcaldesa sandinista, Reina Rueda.

Asimismo, asegura que el permiso del régimen para permitir las procesiones en honor a Santo Domingo de Guzman no se deben a la supuesta vocación de Ortega y Murillo de “conversar”, como asegura el padre Boanerges, ya que a la dictadura solo le interesa negociar y sacar provecho de las conversaciones bilaterales.

“La dictadura es como un laboratorio para hacer la maldad, entonces no sabemos cuáles son los siguientes pasos que ellos van a hacer para pretender causar el mayor daño posible, y en esta ocasión a la iglesia católica nicaragüense”, sostuvo Molina.

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Con esta decisión de la dictadura sandinista, se desconoce si la Policía dará el permiso necesario a la iglesia católica, a nivel nacional, para que las imágenes de los santos patronas nuevamente puedan salir con sus devotos a las calles de los municipios del país.