• Managua, Nicaragua
  • 1:33 pm
  • Ene 19, 2024

Murillo teme a un exorcismo y decide desterrar a sacerdotes que lo practican

En Nicaragua ser un sacerdote o religioso católico se ha convertido en una “amenaza” para la dictadura de Daniel Ortega en medio de la persecución religiosa que vive el país desde 2018 y que ha acrecentado en los últimos dos años. Entre el grupo de religiosos desterrados el pasado fin de semana, se contabilizan algunos […]
Rosario Murillo destierra a sacerdotes exorcistas como parte de su campaña de desprestigio en contra de la iglesia católica. Foto: NA.
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En Nicaragua ser un sacerdote o religioso católico se ha convertido en una “amenaza” para la dictadura de Daniel Ortega en medio de la persecución religiosa que vive el país desde 2018 y que ha acrecentado en los últimos dos años. Entre el grupo de religiosos desterrados el pasado fin de semana, se contabilizan algunos sacerdotes exorcistas nicaragüenses, quienes por decisión ilegal de la vicedictadora y verdugo de la iglesia, Rosario Murillo, ahora se encuentran en el exilio.

Según el periodista y experto en temas religiosos, Emiliano Chamorro, algunos de los exorcistas expulsados son: el padre Ismael Serrano, párroco de la iglesia San Miguel Arcángel, de Managua; el sacerdote Rodolfo López, vicario de Catedral Metropolitana de Managua; monseñor Silvio Fonseca, párroco del templo Santa Faz de Managua; y el sacerdote de origen Mexicano, Ezequiel Buenfil, de la diócesis de León.

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En medio de esta escalada represiva ¿por qué la dictadura de Nicaragua ha expulsado a exorcistas, incluso a aquellos que no han tenido gran impacto político desde 2018? Chamorro explica que todo el “odio” de Ortega y Murillo contra la iglesia tiene su génesis desde 2018, y ha acrecentado con la campaña de desprestigio contra los sacerdotes y obispos, a quienes califican de “terroristas y golpistas”.

El periodista exiliado recordó cuando por primera vez Ortega y Murillo (19 de julio de 2018) le declararon la “guerra abierta” a la iglesia católica nicaragüense durante un acto público. Desde entonces los ataques y agresiones en contra de la iglesia no han cesado. Para el periodista y feligrés católico, representa un “acto demoníaco” el incendio a la capilla de la Sangre de Cristo de Catedral de Managua, hecho que ocurrió el 31 de julio de 2020, y que el cardenal Leopoldo Brenes calificó de “atentado terrorista”.

“No puedes obviar como quemaron la imagen de la Sangre de Cristo, una de la imágenes mas venerada en el mundo, quemaron la imagen  y toda su capilla, eso es un acto satánico de una fuerza demoníaca; esa imagen es donde los nicaragüenses se van a orar, van a reflexionar sobre sus situaciones personales o la crisis del país”, afirma.

¿Por qué Murillo se deshace de los exorcistas en Nicaragua?

Para Chamorro, lo que sucede en Nicaragua es un “irrespeto” y violencia contra la iglesia. Desde el ataque criminal a la parroquia Divina Misericordia de Managua, en 2018, hasta los golpes que recibieron a manos de paramilitares sandinistas en ese mismo año los sacerdotes y obispos cuando visitaban la Basílica de Diriamba. “Eso es satanismo”, denuncia”.

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Explica también que estos actos y medidas represivas que se enmarcan a través de los últimos cinco años como el encarcelamiento, condena y destierro de religiosos y religiosas en Nicaragua, “hacen pensar que (Ortega y Murillo) están poseídos por el demonio”, y por ello es que han expulsado a estos exorcistas, pues la función de estos religiosos es “sacar demonios”.

“Llama la atención que en ese grupo de desterrados hay sacerdotes exorcistas reconocidos y autorizados por sus obispos. Expulsaron a todos los sacerdotes con voz profética porque le incomodaban a la dictadura, entre ellos exorcistas”, reitera.

“No es casualidad que esto está ocurriendo en Nicaragua donde se reprime de forma abusiva y brutal a la iglesia católica, que es la que ha estado al frente en la defensa de los derechos humanos, a quienes en su momento el mismo Ortega los buscó en 2018” para mediar en el fallido diálogo nacional, añade.

“Una lucha espiritual”, dice Chamorro

El periodista nicaragüense también recordó cuando sacerdotes de otros países, incluso monseñor Silvio Báez, obispo auxiliar de Managua, se refirieron a que en Nicaragua la iglesia “está librando una guerra espiritual” contra el régimen sandinista.

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En ese sentido, afirma que Ortega y Murillo buscan deshacerse de los sacerdotes exorcistas para “debilitar” las fuerzas espirituales de la iglesia en Nicaragua frente a la maldad que se ejerce desde el poder. Con el destierro de los sacerdotes exorcistas, la dictadura orteguista busca “enterrar” la lucha espiritual de la que hablan los sacerdotes en el exilio.

“La iglesia estaba en una lucha espiritual contra la dictadura y ahí entran los exorcistas para hacer oraciones para que Nicaragua sea liberada de los demonios. Yo no sé si la señora es demoníaca, pero las acciones de ellos se parecen a las acciones demoníacas, están arremetiendo contra todo mundo, y hay un odio especial contra la iglesia”, asegura.

“¿Por qué le temen?, ¿por qué el destierro de los sacerdotes? Yo creo que le temen a lo espiritual y creen que expulsando a los exorcistas que son los que sacan demonios, la iglesia está siendo dominada por demonios. Lo han dicho sacerdotes muy serios dentro y fuera de Nicaragua, entonces yo pienso que hay una lucha entre el bien y el mal”, finaliza.

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