Ejército de Nicaragua afirma estar comprometido con el combate al narcotráfico, pero sigue sin detener a narcos

El General del Ejército de Nicaragua, Julio César Avilés Castillo, aseguró durante su participación en la XLVIII reunión ordinaria del Consejo Superior de la Conferencia de las Fuerzas Armadas Centroamericanas (CFAC) que mantiene el compromiso de combatir el narcotráfico, crimen organizado y otras amenazas comunes que afectan a los países de la región, pero sigue sin detener a narcotraficantes.

“El Ejército de Nicaragua sostiene el compromiso de una vigilancia permanente de nuestros espacios terrestres, aéreos y marítimos para garantizar la seguridad en el límite político internacional, y aportar condiciones que favorezcan el desarrollo económico de nuestras sociedades”, afirmó Julio Avilés, fiel servidor de Daniel Ortega.

Durante la reunión ordinaria del Consejo Superior de la Conferencia de las Fuerzas Armadas Centroamericanas; organismo internacional especializado de carácter militar en donde participaron al menos 15 delegaciones de observadores militares y cooperantes, Avilés destacó el acompañamiento de las fuerzas armadas de El Salvador, que según él “ha contribuido al desarrollo de los planes de combate y de seguridad de ambos países y de la seguridad de la región centroamericana”.

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«Reafirmamos el compromiso de continuar desarrollando esfuerzos para contrarrestar las amenazas comunes que nos afectan, de forma particular el crimen organizado transnacional, narcotráfico, maras y/o pandillas, migraciones masivas irregulares, ilegales o no documentadas y los efectos de los desastres naturales y antropogénicos, garantizando la seguridad, tranquilidad y paz de nuestros pueblos», destacó Avilés.

En la actividad, Julio Avilés quien tiene el cargo de “Comandante en Jefe del Ejército de Nicaragua” suscribió con el Consejo Superior 12 compromisos, contenidos en la Declaración en donde se destacan los supuestos esfuerzos operacionales para la seguridad en las fronteras estatales.

Así mismo, prometió “continuar fortaleciendo las Unidades Humanitarias y de Rescate (UHR), para garantizar la asistencia a la población ante cualquier amenaza de fenómenos naturales; sostener los esfuerzos para adiestrar y capacitar a todos los integrantes de las Fuerzas Armadas Miembros (FAM) – CFAC y lograr mayores resultados en todas las especialidades, particularmente en la protección de los recursos naturales y el ambiente”.

El Ejercito de Nicaragua en conjunto con la Policía Sandinista ha informado de quiebres millonarios y de grandes decomisos de droga en transporte internacional pero en la mayoría de los reportes afirman que en la mayoría de los casos, los narcotraficantes se dieron a la fuga.

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Julio Avilés fue sancionado por el Departamento de Estado de los Estados Unidos “por ser un actual funcionario del Gobierno de Nicaragua como el Comandante en Jefe del Ejército de Nicaragua. Avilés, que está alineado políticamente con el presidente Ortega, se negó a ordenar el desmantelamiento y desmantelamiento de las fuerzas paramilitares o «parapolíticas» durante y después de los levantamientos políticos que comenzaron el 18 de abril de 2018″.

Las sanciones refieren que Avilés ocultó que los militares proporcionaron armas a la parapolicía que llevó a cabo actos de violencia contra el pueblo nicaragüense, que resultó en más de 300 muertes, actos de violencia significativos y abuso de los derechos humanos contra personas asociadas con las protestas.

“Todos los bienes e intereses en la propiedad de estas personas que se encuentran en los Estados Unidos o en posesión o control de personas estadounidenses están bloqueados y deben ser reportados” agrega el documento.