Báez: “No hay que negociar la verdad, ni traicionar el amor”

El arzobispo de Managua Monseñor Silvio José Báez, en su homilía de este domingo exhortó a las personas que juegan con la verdad, la justicia, el amor y la fraternidad hacia con los que sufren, explica que el señor ha enseñado a la humanidad a no “negociar” lo que es justo y real ante el mundo frente a los que con poder oprimen e intentan sepultar los Derechos, la dignidad y los ideales de libertad de quien alza su voz y demanda se le respete.

“Nos resulta más atractiva, más rentable e, incluso, más moderna, la mentalidad dominante en el mundo, caracterizada por la ambición egoísta, la codicia del poder y del dinero, la competencia desleal, la infidelidad, la corrupción y la cobardía. criticó el religioso.

Báez hizo hincapié en la integridad personal y por medio de una parábola graficó el pensamiento de individualismo y el creerse el mejor ante los demás, la persona que merece todas las “pleitesías” como si se tratase de un dios; y en el ámbito político quién merece el primer puesto no por servir estando en el, sino por sentirse extasiado ordenando que le sirvan al estilo de los faraones y sultanas.

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“Siempre escondemos pretensiones de grandeza, deseos de imponernos y prevalecer sobre los demás, ansias de ser reconocidos y honrados, aun a costa de que otros sean humillados o queden descartados” subrayó Monseñor.

Bíblicamente, refirió que ser el primero no es malo, eso sí, cuando damos “lo mejor de nosotros mismos y buscando lo mejor para los demás”, en sus palabras, se escuchó repetir “Ojalá fuéramos los primeros en todo, pero nunca actuando contra nadie, nunca humillando o aplastando a nadie, como si las personas fueran obstáculos a superar para alcanzar nuestras pretensiones de grandeza”.

“Por eso, la Iglesia no deja nunca de escuchar con atención amorosa el grito de los pobres, el dolor de los enfermos, las lágrimas de las víctimas y el sufrimiento de los  encarcelados. Por eso, la Iglesia está siempre atenta a servir y defender la dignidad y el derecho de los más débiles y vulnerables, sin miedo a las calumnias y a la persecución” culminó Báez.

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