• Managua, Nicaragua
  • 8:58 pm
  • Jun 16, 2023

¿Cómo el holocausto en el barrio Carlos Marx ha quedado en impunidad por cinco años?

Han transcurrido cinco años desde que la dictadura sandinista ejecutó una de los peores masacres durante las protestas antigubernamentales de 2018. El holocausto en el barrio Carlos Marx donde murieron calcinadas seis personas, miembros de la Familia Velásquez Pavón, entre ellos dos niños, tras haber sido incendiada su vivienda por paramilitares y miembros de la […]
holocausto en e barrio Carlos Marx en Managua
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Han transcurrido cinco años desde que la dictadura sandinista ejecutó una de los peores masacres durante las protestas antigubernamentales de 2018. El holocausto en el barrio Carlos Marx donde murieron calcinadas seis personas, miembros de la Familia Velásquez Pavón, entre ellos dos niños, tras haber sido incendiada su vivienda por paramilitares y miembros de la Policía, un 16 de junio de 2018, aún continúa en total impunidad.

La masacre en el Carlos Marx es uno de los crímenes de lesa humanidad, que aunque la dictadura intentó por todos lados intentó tergiversar las verdaderas causas que originó el incendio, los nicaragüenses y la comunidad internacional están claros quienes son los responsables de dicho crimen.

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Y no es una casualidad que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo hayan sido acusados por el Papa Francisco, de ser una dictadura “hitleriana”, por el asesinato de más de 350 jóvenes opositores durante las protestas antigubernamentales, pues cabe dentro del concepto de “holocausto”, al exterminar a todo aquel que se oponía a su tiranía.

El 16 de junio de 2018, es una de las fechas que ha marcado y llenado de luto la historia de Nicaragua, pues la pareja dictatorial empañó de sangre inocente la lucha de los estudiantes que demandaban justicia y respeto a los derechos humanos.

Inicio de la operación limpieza

Todo ocurrió a tempranas de la mañana de la mañana. Un fuerte contingente de policías y paramilitares, altamente armados, se movilizaban en camionetas Hilux mientras se desplegaban rodeando el barrio Carlos Marx para lanzar una ofensiva contra los estudiantes que se refugiaban en la ahora extinta Upoli.

De acuerdo a relatos de testigos, los efectivos represores buscaban ubicar en la casa de la familia Velásquez Pavón a uno de sus francotiradores, por tratarse de una casa de tres pisos, para disparar desde la vivienda a los manifestantes. Sin embargo, los dueños del domicilio se negaron.

En venganza, los policías y paramilitares cercaron la casa y con todos los miembros de la familia dentro, incendiaron el edificio. Los gritos y el fuerte humo levantaron a los vecinos, y desde sus viviendas grabaron el hecho.

De todos los que estaban dentro, sólo una logró sobrevivir al incendio: la joven Cinthia Velásquez Pavón, quien grabó un video en donde acusaba directamente por el ataque a Daniel Ortega , su esposa Rosario Murillo, a los grupos paramilitares y a la Policía Sandinista al servicio de los Ortega Murillo.

Mientras las llamas reducían a cenizas el edificio de tres pisos, los vecinos de la localidad llamaron a los bomberos para intentar a salvar a la familia; sin embargo, estos fueron bloqueados por efectivos paramilitares, quienes amenazaron con dispararles si apagaban el voraz incendio.

Las imágenes dieron la vuelta al mundo cuando las seis personas fueron sacadas del edificio totalmente calcinadas, por vecinos y bomberos de la zona.

Tergiversaron los hechos

El momento preciso en el que oficiales de la policía y civiles armados cercaron la vivienda, fue grabado por una de las cámaras apostadas en una de las casas; sin embargo, la institución policial negó haber tenido responsabilidad.

La única sobreviviente de la familia, denunció a medios nacionales e internacionales a la dictadura sandinista por el asesinato de sus parientes. Tiempo después, fue obligada a cambiar la versión de los hechos.

Seis meses después del brutal ataque, la institución represora presentó a varios jóvenes del Movimiento 19 de abril que se atrincheraron en la Upoli, como culpables del incendio en el Carlos Marx.

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“La dictadura sandinista intentó distorsionar la historia utilizando a Cinthia, la única sobreviviente del incendio. Se trató de una nueva masacre que es contra la memoria, contra los sentimientos de una familia, contra la dignidad de las familias que aún esperan justicia”, dijo Gonzalo Carrión, abogado y defensor de derechos humanos.

Carrión aseguró que la masacre en el Carlos Marx es un crimen de lesa humanidad, “una ejecución arbitraria de la vida, una privación violenta de la vida, que contó con la participación de agentes del estado y paramilitares, con el consentimiento absoluto y complicidad del Estado y se ejecutó durante la operación limpieza. Esto está registrado por las organizaciones internacionales de derechos humanos”.

Este crimen y los más de 350 asesinatos en las protestas han quedado en total impunidad, y hasta el momento, no han sido capturados los responsables de estos.

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