Monseñor Silvio Báez advierte a los manipuladores de las leyes que les “llegará su fin”

Monseñor Silvio José Báez, obispo auxiliar de Managua, meditó este domingo durante la eucaristía realizada en la parroquia Santa Ágata en Miami, sobre la parábola en la que se habla de una viuda, que recurre a un juez malvado para pedirle que le haga justicia frente a su adversario y advirtió que estos jueces que manipulan las leyes y condenan de manera infame a personas inocentes les llegará su fin.

Monseñor Báez explicó que según el evangelio el juez era “un hombre que no temía a Dios ni respetaba a los hombres”, es decir, era un juez perverso, sin escrúpulos, que no respetaba la ley ni le importaba la gente, hacía lo que quería, según sus intereses. La viuda, en cambio, era una mujer sola y seguramente pobre como todas las viudas de la época.

“Los derechos de estas mujeres, tutelados por la Ley, podían ser pisoteados con facilidad porque, siendo personas solas e indefensas, no tenían a nadie que volviera por ellas”, refirió Monseñor Báez.

LEA ADEMÀS: Ortega encarcela a Roberto Larios, su propio vocero en la Corte Suprema de Justicia

Explicó que según dice la parábola, “esta viuda desamparada, sin nadie que la escuchara y la defendiera, decidió enfrentar al malvado juez que la ignoraba y que no estaba dispuesto a escucharla. La viuda echa mano del único recurso que tenía: su voz insistente y su valiente perseverancia”.

En referencia a esto, el líder católico, quien se encuentra en el exilio, comparó la situación de la viuda con la que viven otras personas y afirmó que el silencio no es la mejor opción cuando se es atropellada la dignidad de las personas.

“En sociedades injustas, el silencio no favorece a los perseguidos y a las víctimas. Si callamos ante la manipulación de la ley, ante las agresiones injustas o ante los juicios infames contra personas inocentes, nos hacemos cómplices de toda esta iniquidad”, dijo Báez e hizo énfasis en el no uso de la violencia, pero llamó a no ser pasivos ni indiferentes frente al abuso de poder de los jueces.

“La viuda de la parábola tampoco usó la violencia, ni agredió al juez injusto. No hay necesidad de usar el insulto, no hay que devolver mal por mal, ni hay que recurrir jamás a medios violentos. Lo que no podemos es ser indiferentes y pasivos”, dijo y destacó la perseverancia e insistencia de la mujer para alcanzar la justicia.

VER MÀS: Padre Erick Díaz denuncia juicios inventados contra sacerdotes en Nicaragua

“Aquella pobre mujer no se resigna ante la injusticia y ejerce presión para ser escuchada, no se queda pasiva ante los abusos que padece y persevera en su esfuerzo por reclamar sus derechos”, resalta y animó a la vez a las víctimas de tiranos que se imponen con la represión, a quienes los apoyan por conservar sus riquezas y privilegios a perseverar en la oración para alcanzar justicia.

“No nos cansemos de presentar ante el Señor en la oración nuestras preocupaciones, nuestros miedos, nuestras dudas y nuestros anhelos de justicia”, dijo el jerarca católico.