“Estamos bendecidos”: Murillo dice estar “orgullosa” del control que ejerce en Nicaragua

En medio de escándalos de detenciones y destituciones de altos mandos de la Policía sancionada, la número dos de la dictadura sandinista, Rosario Murillo, quien cada día se dirige al país mediante discursos de odio transmitidos por la prensa oficialista, dijo estar “orgullosa” de los logros que su régimen ha alcanzado desde el inicio de la crisis sociopolítica en 2018, para controlar el país.

Aunque Murillo se limitó a referirse al aislamiento de Nicaragua con la comunidad internacional y el control absoluto que tiene sobre los poderes estatales del país, dejó en claro que sigue trabajando para “defender la paz” que pregona todos los días pero que muy poco pone en práctica, incluso con sus leales serviles, a quienes ya les ha tocado “degustar del trago amargo” de la represión.

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“Como nos sentimos de orgullosos de todo lo que hemos hecho para defender la dignidad nacional, como nos sentimos de orgullosos de ser libres porque estamos bendecidos, de ser soberanos porque estamos bendecidos, y saber pararnos, ponernos de pie y alzarnos para decir ‘aquí estamos’, porque hay patria, hay paz y la patria se defiende”, inició diciendo Murillo.

La funcionaria sandinista, considerada la más sancionada de la región y de quien se figura el poder detrás de la presidencia usurpada por el veterano Daniel Ortega, destacó que su régimen se ha encargado de “defender” la patria, y sobre todo, “resguardar” lo que ella tilda de “paz”, misma que ha sobrepasado las violaciones a los derechos humanos y la comisión de delitos de lesa humanidad.

“La Paz se defiende, sin patria y sin paz no hay nada, no hay camino porque el camino se hace al andar, y nosotros caminamos haciendo patria y defendiendo y resguardando la paz; la historia verdadera es la que queda”, continuó diciendo.

Murillo sigue reclamando por las protestas de 2018

Murillo también hizo referencia nuevamente a las manifestaciones antigubernamentales de 2018, que dejaron un saldo de 355 personas asesinadas según organismos de derechos humanos, y que la funcionaria sandinista tildó de “golpismo terrorista”, ya que a su criterio fueron un intento para “adulterar la historia”.

“Ni pudieron, ni podrán, es la verdad. La historia que prevalece es la historia genuina, no la falsificación, ni la puesta en escena”, reclamó.

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“Esas falsificaciones fruto de la ambición, del egoísmo, de la esclavitud al amo imperial, de una cultura de sometimiento al amo imperial, y solo queda más que como decía nuestro comandante Tomás Borge, más que en el basurero de la historia”, agregó.

La represión en el país ha continuado a niveles nunca antes visto en la historia de Nicaragua, pues la dictadura de Ortega y Murillo ha encarcelado no solo a sacerdotes y periodistas, sino también a un obispo, Monseñor Rolando Álvarez, quien es el primer jerarca sentenciado en la región por razones políticas ajenas a su misión pastoral.

Incluso, se conoce que altos mandos de la policía sancionada han sido encarcelados y probablemente serán enjuiciados por delitos políticos, mismos que el régimen ha creado a través de la oficialista Asamblea Nacional para acusar y condenar a más de dos centenas de opositores.