• Managua, Nicaragua
  • 5:38 pm
  • Sep 5, 2022

Partidos colaboracionistas: Los aliados más fieles de la “democracia” orteguista

De cara a una nueva farsa electoral municipal este próximo noviembre, el observatorio electoral Urnas Abiertas indica que Nicaragua lleva “más de cien años gobernada por partidos aliados que forman parte de una clase política corrupta, tradicional, ultra conservadora y carente de cualquier iniciativa de cambio o desarrollo sociopolítico”. Ante eso, el organismo considera que […]
partidos colaboracionistas con la dictadura de daniel ortega foto cortesia divergentes
  • Prensa Nicaragua Actual
  • Nicaragua Actual

De cara a una nueva farsa electoral municipal este próximo noviembre, el observatorio electoral Urnas Abiertas indica que Nicaragua lleva “más de cien años gobernada por partidos aliados que forman parte de una clase política corrupta, tradicional, ultra conservadora y carente de cualquier iniciativa de cambio o desarrollo sociopolítico”.

Ante eso, el organismo considera que la crisis que estalló en 2018 no fue producto de generación espontánea, aunque la desató el Frente Sandinista, contó con los aliados más fieles de Ortega y Murillo: Los partidos colaboracionistas.

El organismo denuncia que más de 450 millones de córdobas recibirán este año todos los partidos, a quienes califica de colaborar con la dictadura, por su participación en un proceso electoral municipal sin condiciones ni garantías democráticas.

“El colaboracionismo, los pactos y las alianzas por debajo de la mesa, entre funcionarios y representantes de partidos opositores con el régimen orteguista, han destruido los cimientos del sistema de democracia liberal que se intentó construir durante el período de transición”, denuncia Urnas Abiertas.

LEER: Daniel Ortega en cadena nacional: “Este Ejército que tenemos hoy es de acero”

Se lucran con el deterioro democrático

Urnas Abiertas considera que, mientras incrementa la carestía de la vida y aumenta de manera exponencial el éxodo de nicaragüenses por la persecución política y la falta de oportunidades, los partidos colaboracionistas se lucran con el deterioro democrático y las violaciones de Derechos Humanos en Nicaragua.

A la fecha, los partidos colaboracionistas no reclaman por el atraso que hubo en la convocatoria y la publicación del calendario electoral, tampoco por la disminución de procesos para corregir el padrón y la cartografía electoral, resalta un documento de este organismo.

“Parecen ser indiferentes a la reducción de los tiempos para conformar estructuras departamentales y municipales, se conforman con la anulación del 4% mínimo de votos adquiridos para acceder al reembolso por la campaña electoral y dejan en evidencia que su vocación tiene de todo menos de democrática”, reitera.

Funcionales al régimen de Daniel Ortega

La mayoría de los partidos políticos que dicen ser opositores demuestran ser funcionales al régimen nicaragüense, indica el organismo y agrega que quizás la historia de colaboracionismo más fiel y longeva es la que mantiene el Partido Liberal Constitucionalista (PLC) con el Frente Sandinista.

Con el pasar del tiempo, el oficialismo amplía y perfecciona su sistema de pactos, re pactos y prebendas para que otros agentes de la política institucional sean parte de la destrucción del sistema político y electoral del país a cambio de beneficios mínimos e insignificantes.

LEA MÁS: Familiares temen mostrar fotografías de los presos políticos a sus hijos e hijas

“El pacto concertado en 1998 entre líderes de partidos históricamente rivales, Ortega y Alemán, marcó el inicio de una historia de negociaciones, alianzas por intereses y corrupción”, resalta.

Así mismo, añade que la tradición caudillista se desempolvó a la luz de una reforma constitucional, la repartición de instituciones y reformas en la ley electoral que adaptaron el sistema a las necesidades del sandinismo: el caudillo liberal se aseguró un lugar en la Asamblea Nacional, mientras que el sandinista tuvo asegurada una victoria presidencial con la disminución del mínimo de votos del 45% al 35%1.

“Ese triunfo, antes del nefasto acuerdo no vislumbraba otro camino que la derrota y las manifestaciones de descontento se expresaron a nivel nacional, pero los cambios fueron aprobados por una Asamblea completamente alineada a Ortega y Alemán”, recuerda Urnas Abiertas.

No toman en cuenta a ciudadanía organizada

Urnas Abiertas recuerda que en la historia política de Nicaragua, a la ciudadanía organizada la ignoran completamente, así como en la toma de decisiones sobre su rumbo.

Ahora se inicia un nuevo capítulo: el colaboracionismo secuaz y lucrativo mediado por el beneficio económico y político de las minorías a cargo de los partidos, a costillas de la democracia y el bienestar social de un pueblo.

“Se evidencia de esta manera, la poca efectividad de la democracia representativa, que en el contexto de la Nicaragua de postguerra no logra dar salidas a las necesidades y urgencias en la reconstrucción de su sistema político democrático”, subrayan en su artículo.

Cambio de bancada: otra arista del mismo problema

El observatorio electoral Urnas Abiertas considera que quizás el cambio de bancada que han hecho diputados liberales hacia el FSLN -para garantizarse un asiento dentro de la Asamblea, un salario y beneficios- pueda considerarse otra arista del mismo problema, uno de los casos más paradigmáticos es Wilfredo Navarro. Tal parece que la afinidad entre la corrupción y el autoritarismo es más alta que cualquier valor ideológico.

La participación pasiva de los partidos colaboracionistas en la Asamblea, con momentos de débil oposición, abstenciones e incluso votos a favor de las iniciativas sandinistas; ha develado su complicidad con la dictadura en el sostenimiento de la fachada democrática que intentan sostener. Otro punto a señalar es la falta de relevo generacional en partidos gobernados por personas que llevan décadas en cargos directivos.

El politólogo y director de la organización internacional Transparencia Electoral, Leandro Querido, señala: “En Nicaragua se ha ido construyendo una oposición a la medida del oficialismo para seguir con un proceso de concentración de poder y los partidos zancudos sirven para ese propósito”. Y en efecto, en Nicaragua ningún partido político es opositor, si lo fuesen estuvieran despojados de su personalidad jurídica o tendrían encarcelados a sus dirigentes y candidatos.

Régimen construye el totalitarismo

“Perdieron su rumbo e independencia, no están a la altura de las circunstancias. ¿Qué tipo de sobrevivencia política pudieron haberse asegurado los partidos colaboracionistas en un país sin condiciones mínimas de participación y sin transparencia en sus procesos? ¿Qué intereses se evidencian en esta estrategia?”, cuestiona el observatorio.

Además añade que estas son preguntas que deben hacerse en un contexto donde el régimen apuesta por dinamitar la institucionalidad y construir su modelo particular de totalitarismo.

VER ADEMÁS: Senador Marco Rubio pide identificar a sandinistas criminales que viven en EEUU “como si nada”

Asimismo, agrega que también es importante, mientras llegue la transición democrática, encontrar las respuestas a otras interrogantes: ¿Cómo empezar a construir una nueva cultura política basada en la democracia y transparencia? ¿Cómo se combate la cultura pactista? ¿De qué manera desde la ciudadanía organizada podemos resistir a nuevos intentos de hacer política para las élites partidarias y no para resolver las necesidades de las mayorías populares?

Finalmente, Urnas Abiertas afirma, sin temor a equivocarse, que en este momento Nicaragua no tiene el proceso electoral que se merece. Ni las boletas tendrán a las y los candidatos que el pueblo quiere, ni las urnas serán testigos de la voluntad popular. Pero, este es el momento para afianzar las bases sobre las cuales se construirá la tan añorada nueva forma de hacer política, a pesar de la democracia orteguista y de sus fieles aliados: los colaboracionistas.

Enfrentamos muchos desafíos para contar lo que pasa en Nicaragua

Danos tu apoyo para informar.

Donar Ahora

Noticias Relacionadas