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  • 8:19 pm
  • May 25, 2022

Comer salteado y recibir menos ingresos, la realidad en Nicaragua: Economista Enrique Sáenz

La gran mayoría de nicaragüense que viven en condición de subempleo o desempleo o que no ganan ni el salario mínimo, son los que más sufren por la carestía de la vida, aseguró el economista Enrique Sáenz, exiliado en Costa Rica por criticar a la dictadura en Nicaragua. “Comer salteado, es la frase de uso […]
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La gran mayoría de nicaragüense que viven en condición de subempleo o desempleo o que no ganan ni el salario mínimo, son los que más sufren por la carestía de la vida, aseguró el economista Enrique Sáenz, exiliado en Costa Rica por criticar a la dictadura en Nicaragua.

“Comer salteado, es la frase de uso popular, pero que los analistas la conocen como carestía de la vida, pues aunque haya gente ganando el salario mínimo, no les ajusta con sus ingresos para adquirir ni siquiera la comida”, destaca Sáenz en su acostumbrado programa semanal La Economía de Nicaragua en 10 minutos, transmitido en Facebook.

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Sáenz asegura que cada año, la mayoría de la población nicaragüense viene perdiendo capacidad adquisitiva debido al alza inflacionaria que actualmente se traduce en un mayor incremento en el precio de los alimentos y en una constante reducción de sus ingresos.

Según cifras oficiales del mismo régimen de Daniel Ortega, el valor de la canasta básica aumentó en 11%, pero solo el componente de alimentos registró un incremento del 15%.

“Esto significa que un asalariado o un profesional que no recibió un aumento o un ajuste en sus ingresos equivalente al 15%, con solo ese aumento del 15% en la comida ya perdió, pues en la práctica nadie ha recibido un aumento del 15% en sus ingresos”, destaca Sáenz.

Además recordó que en el año 2021 los nicaragüenses recibieron pírricos e insuficientes ajustes salariales.

En el caso de los pensionados, mujeres y varones que son alrededor de 300 mil nicaragüenses, con una pensión promedio es de 6,000 córdobas, el ajuste que tuvieron fue del 2%.

Esto significa que, para un pensionado, con una pensión promedio, el ajuste fue de 120 córdobas.

“Es decir 2 libras de queso, en eso se le fue el ajuste de todo el año, en solo 2 libras de queso”, enfatiza Sáenz.

En el caso de los trabajadores del estado, el ajuste fue del 3%, mientras los ajustes de salarios mínimos fue del 7%.

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“Significa que todas estas personas, pensionadas, que perciben un salario mínimo, etc., pues ya perdieron porque el costo de la vida supera los ingresos que, con todo y ajuste recibieron para tratar de compensar”, asegura Sáenz.

Las lagartos que se llevan la mejor parte

El exiliado político por causa de la dictadura sandinista considera que en Nicaragua hay al menos “cuatro lagartos” que se amamantan de los precios líderes de la economía.

“Estos son los precios que van metidos en todo lo que compramos, y ocurre que esos cuatro lagartos, por el poder económico y político que tienen, obtienen de los nicaragüenses unas ganancias que superan en mucho las ganancias que otros empresarios centroamericanos obtienen en los mismos negocios”, denuncia Sáenz sin mencionar nombres de empresarios.

Explica que entre estos negocios está el del combustible, cuyas utilidades superan en muchísimo a las utilidades de otras empresas que en Centroamérica operan el mismo negocio.

“Y allí está Daniel Ortega metido, es el cabecilla que está controlando el negocio del combustible en Nicaragua”, expresa el economista.

Otro negocio según Sáenz es el de la industria eléctrica, donde las empresas imponen a los nicaragüenses tarifas antojadizas y, en consecuencia, obtienen unas ganancia que superan en mucho a las empresa que en otros países centroamericanos realizan la misma actividad económica.

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“Así que cuando hablemos de carestía de la vida, para la inmensa mayoría de los nicaragüenses eso significa comer salteado, pero en cambio esos cuatro lagartos el resultado que obtienen de esa carestía es el beneficio de un incremento grotesco de sus ganancias, de sus utilidades vulgares y obscenas”, manifestó Sáenz.

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