• Managua, Nicaragua
  • 3:12 pm
  • Feb 24, 2022

Ortega y Murillo violan derechos a hija de Tamara Dávila

Después de siete días de juicio denunciados como “ilegales y arbitrarios”, el dictador Daniel Ortega y la vicedictadora Rosario Murillo, a través de su sistema judicial, declararon culpables a siete personas detenidas injustamente en la Dirección de Auxilio Judicial conocido como “El nuevo Chipote”, entre ellas Tamara Dávila. Luego de la “farsa judicial” desde El […]
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Después de siete días de juicio denunciados como “ilegales y arbitrarios”, el dictador Daniel Ortega y la vicedictadora Rosario Murillo, a través de su sistema judicial, declararon culpables a siete personas detenidas injustamente en la Dirección de Auxilio Judicial conocido como “El nuevo Chipote”, entre ellas Tamara Dávila.

Luego de la “farsa judicial” desde El Chipote, Tamara Dávila envió un mensaje a los nicaragüenses donde denuncia que la dictadura también se ha ensañado con su pequeña hija de tan sólo cinco de años de edad, al violar sus derechos, entre ellos el poder ver a su madre.

“Yo estoy presa ilegalmente, han violentado todos mis derechos, exijo que no se los sigan violentando a mi hija de cinco años. No la castiguen, ella tiene derecho de ver a su madre y tener la certeza de que estoy viva. Esto está establecido en las leyes de Nicaragua y convenciones internacionales de protección de la niñez”, denuncia Tamara.

Ante estos atropellos, la presa política de la dictadura demanda que le permitan ver a su hija y comunicarse con ella regularmente y que le devuelvan a su familia el diario donde ha documentado la vida de su hija desde que estaba embarazada y que han usado de evidencia en este juicio.

“Ahí esta escrita la memoria y la vida de una niña, NO pueden violar su privacidad de esta forma”, expresa la reo de conciencia.

 

Tamara Dávila, después del maratónico juicio, se declaró inocente porque asegura que su “único delito ha sido ejercer su derecho a defender derechos y denunciar las injusticias”.

“Por ello he sido perseguida y detenida ilegalmente. Tenía más de seis meses de estar siendo vigilada permanentemente por la policía. A pesar de no oponer resistencia, el día de mi detención, me golpearon en la cara varias veces hasta hacerme sangrar. Apenas llegué al Chipote tuve que ser llevada a enfermería”, dijo Tamara en un mensaje que envió al pueblo nicaragüense.

Además denunció que tiene más de ocho meses de estar en una celda sellada, en completo aislamiento, en donde le pasan la comida y medicinas por una pequeña escotilla.

“Exijo también que cese mi aislamiento e incomunicación y el de todas las personas que lo sufren, en especial el de las otras mujeres presas en el Chipote. Estoy en tal aislamiento, que fue el martes 15, cuando inició el juicio, la primera vez, en más de ocho meses, que comí con alguien. Esto es tortura, exijo que se restituyan mis derechos”, puntualizó Tamara.

“Ayer, hoy y mañana, seguiré defendiendo derechos y demandando justicia, libertad y democracia para Nicaragua”, concluyó.

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