Denuncian represión de la juventud nicaragüense en aniversario de la Federación de Estudiantes de la UCR

Enrique Orozco Martínez, un joven universitario que fue expulsado de la UNAN, Managua, en el 2018 y que este 2021 logró clasificar en la prestigiosa Universidad de Costa Rica para continuar sus estudios, denunció las graves violaciones de derechos humanos que vive el pueblo nicaragüense, pero en especial la juventud, a manos de la dictadura Ortega Murillo.

La denuncia la hizo Orozco durante la celebración del aniversario número 68 de la Federación de Estudiantes de esta casa de estudios.

“En Nicaragua, hoy en día, se vive una crisis multidimensional, que la mayoría de sus estragos repercuten de forma directa en los sueños y aspiraciones de los jóvenes nicaragüenses que gritan al mundo ¡Auxilio! Nuestras energías para resistir se consumen en el llanto de la impotencia, no solamente ante un régimen represor, sino contra el adulto centrismo y sus prácticas políticas tradicionales, que minimizan el papel de los jóvenes como actores políticos de cambio social”, expresó el joven nicaragüense.

Orozco Martínez fue invitado a dar unas palabras en esta conmemoración y desde el pódium, ante una decena de jóvenes costarricenses, dijo que la juventud nicaragüense está bajo “el látigo de la represión” de la dictadura.

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“Estas son unas de las graves violaciones de derechos humanos que se viven a diario en Nicaragua, como lo es la expulsión de más de 150 estudiantes de universidades públicas del país, donde su único delito fue alzar su voz dentro de sus recintos universitarios”, denunció Orozco.

Durante su ponencia, el ahora estudiante de la UCR, dijo que como activista estudiantil, desde el exilio seguirá trabajando por los derechos estudiantiles y el restablecimiento pleno de la Autonomía Universitaria.

“Exhorto a todos los estudiantes a resistir, en la medida de sus posibilidades, ante la feroz represión de la dictadura. Seguiré exigiendo el reintegro de todos los estudiantes expulsados y docentes despedidos, la liberación de los estudiantes Max Jeréz, Lester Alemán, John Cerna y Kevin Solís y de todos los presos políticos”, expuso Orozco.

Por último dijo que “ante estas graves e innumerables violaciones de derechos humanos, agradezco las sinceras muestras de empatía del movimiento estudiantil costarricense a solidarizarse una vez más con mis hermanos/as, a generar espacios seguros, que tengan la posibilidad de crear vínculos estrechos, para que culminen sus estudios universitarios, lazos con los movimientos estudiantiles emergentes para crear acciones y enfrentar a la dictadura desde el arte, la cultura y la academia; a crear conciencia, dentro y fuera de la universidad, sobre la actual crisis que enfrentamos en mi país, y permita influir en la disminución de espacios que apoyan y legitiman a una organización criminal que ha cometido crímenes de lesa humanidad y ha institucionalizado el genocidio en Nicaragua”.

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