Monseñor Báez: “Pidámosle hoy a la Virgen María que nos ayude a reconstruir nuestra patria en libertad y justicia”

Hoy el pueblo católico nicaragüense celebra una de las tradiciones más arraigadas de Nicaragua, la tradicional Gritería en honor a La Purísima Concepción de María, una festividad que inició en la ciudad de León, surgida a principios del siglo XVIII.

Pero no todos los nicaragüenses celebraran la Gritería en la tierra de lagos y volcanes, sino que lo harán lejos de su país y uno de ellos es Monseñor Silvio Báez, Obispo auxiliar de Managua, a quien le tocará un año más celebrarla desde el exilio.

Y precisamente desde ahí ha llamado a los nicaragüenses a pedirle a la Virgen María a construir “una patria en libertad y justicia”.

“En la fiesta de La Gritería, pidámosle hoy a la Virgen María, ícono sublime del amor de Dios, que ha vencido al pecado, que nos consuele en el dolor con su amor maternal y nos ayude a reconstruir nuestra patria en libertad y justicia. ¿Quién causa tanta alegría?”, dijo Monseñor Báez en su cuenta de Twitter.

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#Nicaragua En la fiesta de “La Gritería” pidámosle hoy a la Virgen María, icono sublime del amor de Dios que ha vencido al pecado, que nos consuele en el dolor con su amor maternal y nos ayude a reconstruir nuestra patria en libertad y justicia. ???????? pic.twitter.com/WA8E5xbzaC

— Silvio José Báez (@silviojbaez) December 7, 2021

Debemos trabajar por la unidad

En tanto, Monseñor Jaime Ramos, Rector de la Basílica de El Viejo en Chinandega, en horas de la mañana durante el rezo del último día del novenario a “La Conchita”, pidió por la unidad del pueblo nicaragüense e hizo el llamado a que se debe trabajar por la unidad.

“Hermanos nicaragüenses, si queremos estar unidos en la familia, si queremos vivir unidos en el vecindario, si queremos la unidad en nuestra patria, también nosotros hemos de reunirnos en torno a la Virgen María para que ella interceda por la iglesia, por el mundo, por nuestra querida Nicaragua, para que sea conservada su unidad y para que todos aquellos que se encuentren separados o como ovejas dispersas, que vuelvan al único rebaño que es el corazón de Cristo”, dijo Monseñor Ramos.

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Agregó que “acudir a la Virgen María para pedir la unidad no es una cuestión banal ni cosa de poca importancia o simplemente un cumplimiento piadoso, porque estamos en su fiesta, en sus celebraciones. Ella es la mujer Inmaculada sin mancha, que aplasta la cabeza ¿de quien? Del diablo y ¿Quién es el diablo? El que divide, ahí está el secreto, ahí está la clave del éxito, no podemos buscar la unidad sin María, en la familia y en otros sectores, porque ella es la que aplasta la cabeza al diablo, al que divide”.