Monseñor Báez: “Nicaragua inició en 2018 el camino hacia la libertad, la justicia y la democracia”

El obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio Báez, recordó este jueves otro aniversario más de la insurrección cívica de abril con un mensaje de esperanza, libertad, justicia y democracia para Nicaragua.

En medio del desánimo, la represión y las violaciones a los derechos humanos, el jerarca católico quien fue obligado a abandonar el país por amenazas de muerte en su contra en 2019, dijo que en abril de 2018 Nicaragua tomó una ruta de cambio para nuestra sociedad.

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A través de su cuenta oficial de X, el religioso dijo que “aunque a partir de ese momento (el 18 de abril de 2018) lamentablemente se impuso la violencia y la represión, ese mismo día Nicaragua inició el camino hacia la libertad, la justicia y la democracia”.

Monseñor Báez acompañó su mensaje con un tuit que hizo el 18 de abril de 2018 a las 7:47 de la noche con el que el religioso encaró a los dictadores de El Carmen y los llamó a detener la violencia y la represión.

“¡No pongan en peligro la paz del país! Sepan escuchar, dialoguen, tengan la madurez de rectificar tantos errores por el bien de Nicaragua ¡Sean sensatos!”, fue el grito del obispo.

#Nicaragua. Hace seis años, el 18 de abril de 2018, publiqué este tuit a las 7:47 p.m. Aunque a partir de ese momento lamentablemente se impuso la violencia y la represión, ese mismo día Nicaragua inició el camino hacia la libertad, la justicia y la democracia. 🇳🇮 pic.twitter.com/5zAz3dYko5

— Silvio José Báez (@silviojbaez) April 18, 2024

Un obispo desterrado

Monseñor Báez es una de las figuras religiosas más emblemáticas de la lucha cívica de 2018, pues desde su condición de autoridad y líder religioso, condenó los ataques desmedidos de la dictadura y se atrevió a desafiar a los criminales de El Carmen con su apoyo a los jóvenes que eran víctimas de la represión.

Este acompañamiento espiritual y cercano, también le costó su situación apátrida, pues el 15 de febrero de 2023 fue despojado de su nacionalidad nicaragüense junto a otros 93 connacionales que se encontraban exiliados.

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El trabajo pastoral y social del obispo Báez incomodó a Ortega y Murillo hasta tal punto de arremeter contra la iglesia y obligar al destierro ilegal a más de 50 religiosos católicos, entre ellos dos obispos; monseñor Rolando Álvarez de Matagalpa, y monseñor Isidro Mora de Siuna.

El pasado mes de enero, monseñor Báez informó que tras una reunión con el sumo pontífice de la iglesia católica, el Papa Francisco, había sido ratificado como el obispo auxiliar de Managua.