Ortega y Murillo realizan purísima privada alejados de nicaragüenses

En medio de la persecución a sacerdotes y el encarcelamiento de un obispo de la iglesia católica nicaragüense, Daniel Ortega se mostró realizando la tradicional Gritería a la Purísima Concepción de María desde su búnker en El Carmen.

La noche de este jueves 7 de diciembre miles de nicaragüense salieron a las calles del país a celebrar la tradicional Gritería en honor a la Inmaculada Concepción de María. Al mismo tiempo y con exclusividad la pareja dictatorial de Nicaragua cantaban a la virgen en compañía de su familia.

Las fotografías publicadas por medios oficialistas mostraron a Ortega rodeado de hijos y nietos frente al altar de la virgen, una actividad privada que la familia dictatorial realiza anualmente y que la población nicaragüense ha tachado en redes sociales como “hipócrita” y “cinismo en su máxima expresión”.

El jueves, en su alocución diaria, Rosario Murillo afirmó que no se puede “olvidar a la madre de Dios porque aun en hogares no católicos María merece todos los honores y más entre los sandinistas, porque los sandinistas somos cristianos” detalló la codictadora de Nicaragua.

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Las imágenes de la celebración privada de los Ortega-Murillo contrastan con las vistas en las calles de Nicaragua y principalmente en las afueras de la Catedral de León, que una vez más reunió a miles de devotos marianos a dar el famoso grito a las seis de la tarde de este 7 de diciembre.

Mientras Murillo preparaba su gritería, en los templos católicos del país permanecía una tensión por la celebración a la Concepción de María, pues el régimen sandinista en este 2023 ha prohibido procesiones de Semana Santa y fiestas patronales en la mayoría de los municipios de Nicaragua.

Murillo también expresó que llegan a un año más de la gritería “honrando el sentido de la devoción y la familia”, palabras que también fueron criticados por usuarios de las redes, quienes criticaron que “si se creen tan queridos por su pueblo, por qué no lo invitan”.