• Managua, Nicaragua
  • 2:22 pm
  • Feb 17, 2021

Pandemia obliga a cambiar tradición de Miércoles de Cenizas

Este 17 de febrero inician los Miércoles de Cenizas, los 40 días en los que la Iglesia llama a los fieles a la conversión y a prepararse verdaderamente para vivir los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo en la Semana Santa, pero este año no será igual, pues la pandemia del COVID-19 […]
Papa Francisco
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Este 17 de febrero inician los Miércoles de Cenizas, los 40 días en los que la Iglesia llama a los fieles a la conversión y a prepararse verdaderamente para vivir los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo en la Semana Santa, pero este año no será igual, pues la pandemia del COVID-19 cambió radicalmente la tradición.

Por tal razón la Iglesia Católica este Miércoles de Cenizas, en lugar de poner las cenizas en la frente, serán puestas en la cabeza como medida para evitar la propagación del virus COVID-19; sin embargo los líderes religiosos han hecho el llamado a que se mantenga el significado espiritual de este elemento, como signo de humildad, que le recuerda al cristiano su origen y su fin: “Dios formó al hombre con polvo de la tierra hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella fuiste hecho” (Gn 3,19).


Se mantendrán las otras costumbres obligatorias, como el ayuno y la abstinencia,  para los mayores de 18 años y menores de 60. Fuera de esos límites es opcional. Ese día los fieles pueden tener una comida “fuerte” una sola vez al día. La abstinencia de comer carne es obligatoria desde los 14 años.

El padre Bismarck Conde, vicario foráneo de Masaya, en la homilía del inicio de la Cuaresma, reflexionó en las palabras del profeta Joel en las que llama al pueblo a que se conviertan de su mal.

 “La profecía de Joel fue hecha en medio de la angustia, tristeza, dolor y desesperación , un ambiente similar al que se vive hoy en una cultura apática y decadente en medio también de efectos de catástrofes naturales, sequía y plagas”, reflexiono el sacerdote. 

En el mensaje de este inicio de Cuaresma, el vicario también resaltó que la causa de lo vive el pueblo es que se han olvidado de Dios para lo que se requiere de vivir una penitencia, volcarse a Él y buscar su bondad.

 

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