Rosario Murillo llama “mujer íntegra” a la fiscal Ana Julia Guido, cómplice de la represión

En sus acostumbrados anuncios de medio día la vicedictadora de Nicaragua, Rosario Murillo, felicitó la imposición de Ana Julia Guido y Julio César González, nuevamente como Fiscal General de la República y Fiscal General de la República Adjunto, respectivamente, quienes serán juramentados mañana sábado 12 de agosto.

Así lo aseguró la vocera del régimen, quien también adelantó que el acto de “condecoración” de estos dos leales a la dictadura sandinista, se llevará a cabo en la ceremonia en honor a José Dolores Estrada.

Murillo enalteció a Ana Julia Guido al referirse a ella como “una mujer íntegra” pese a los cargos de conciencia que pesa sobre sí misma por los crímenes y violaciones cometidas no solamente a las leyes de Nicaragua, sino también contra opositores, activistas, defensores de derechos humanos, estudiantes, periodistas religiosos, entre otros, por manifestarse en contra del gobierno sandinista.

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“Ana Julia Guido es una mujer íntegra; una mujer que ha dado la vida entera trabajando por las familias nicaragüenses. Sabemos que seguirán sirviendo al pueblo nicaragüense resguardando, defendiendo el derecho a vivir en paz”, dijo Murillo en su alocución de medio día.

Cabe destacar que Guido permanece en el cargo como Fiscal General de la República desde el 2014 cuando fue propuesta por el caudillo sandinista, Daniel Ortega, y desde que este retomó el poder en 2007, a petición de Ortega le fue dado el cargo como Adjunta de la Fiscalía.

Guido fue reelecta al cargo pese a que fue sancionada por Estados Unidos en octubre del 2020 porque “formó un grupo de fiscales que trabajaron con la Policía Nacional designada para fabricar casos contra presos políticos y sus familias. Según estos informes, la Fiscalía ha pasado, los últimos dos años, presentando cargos contra los presos detenidos por protestar pacíficamente, incluidos jóvenes que fueron detenidos por entregar agua a madres de víctimas del régimen que estaban en huelga de hambre en Masaya, en 2019, según señaló el gobierno de Estados Unidos.

Fiscalía es utilizada para perseguir a opositores 

La Fiscalía de Nicaragua, ha sido una de las principales instituciones que es parte del engranaje de persecución, represión y hostigamiento de opositores y religiosos de la iglesia católica, coludida con otros órganos estatales como el Ministerio de Gobernación, la Asamblea Sandinista, la Procuraduría General de la República, el Poder Judicial, entre otras, para secuestrar y encarcelar a las voces críticas de la tiranía sandinista.

A partir de las manifestaciones antigubernamentales en 2018, la Fiscalía Sandinista ha sido utilizada para presentar numerosas acusaciones de terrorismo y crimen organizado contra todo aquel que participó en las protestas de ese mismo año. En ese entonces, las primeras acusaciones que fabricaban contra todo aquel que apresaban era por supuesta portación ilegal de armas y tráfico de estupefacientes.

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En 2020, la Fiscalía se compaginó con la Asamblea Sandinista para crear Ley de Regulación de Agentes Extranjeros; la Ley Especial de Ciberdelito, que criminaliza a opositores y periodistas de supuesta “propagación de noticias falsas”, a través de las redes sociales; y la Ley de Defensa de los Derechos del Pueblo a la Independencia, la Soberanía y Autodeterminación para la Paz (Ley 1055), esta prohíbe optar a cargos de elección popular a todo nicaragüense acusado por “traición a la patria y conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional”.

La Ley de Ciberdelito y Ley 1055, han sido las últimas armas empleadas por estas instituciones al servicio de la pareja dictatorial, para acusar y encarcelar a opositores, periodistas, sacerdotes y líderes religiosos de la iglesia católica.