Monseñor Sándigo llama a la unidad del pueblo católico en lavada de la plata en Chinandega
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Llegó el seis de diciembre en Nicaragua y en El Viejo, municipio de Chinandega, la iglesia y sus fieles revivieron una de las tradiciones más arraigadas del pueblo mariano nicaragüense, la tradicional lavada de la plata en honor a la Concepción de María, celebrada por Monseñor René Sandigo, obispo de la diócesis de León.
Su santuario adornado con lirios y rosas blancas se sentía en toda la basílica, cuyos olores se mezclaban con los cantos tradicionales muy propios de esta festividad que nació en el siglo XVI.
La santa misa solemne la presidió el obispo Sandigo, uno de los pastores que ha callado ante los ataques a la iglesia católica y el secuestro de su hermano en Cristo Monseñor Rolando Álvarez.
Aquí desde el púlpito de la Virgen Del Trono, el obispo Sándigo pidió al pueblo católico “unidad como iglesia”.
“Les pido que nos unamos en una sola intención y es que nuestra iglesia cada día fortalezca ese perfil misionero porque necesitamos que los hijos de María con ella en acción profunda nos unamos como iglesia sinodal para llevar la alegría de la fe, la transformación que produce el evangelio, pero que lo hagamos desde un corazón puro como lo quiere la virgen que es toda Purísima, de modo que así nuestra iglesia nicaragüense pues goce de esos beneficios del cielo”, dijo Monseñor Sandigo durante la lavada de la plata.
Peregrinos de todo Nicaragua
Este día la casa de la madre fue abarrotada por miles de devotos que llegaron de todos los rincones de Nicaragua y del extranjero para participar en esta tradicional lavada de la plata, todos llegaron para realizar alguna petición o dar gracias por favores recibidos.
“Yo tengo 29 años de venir aquí a la lavada de plata, Soy de Yalí de Jinotega pero vivo en Managua y es una tradición de venir a ver a la virgen, aunque tuve dos años de no venir por la pandemia y le pedí dispensa a mi padre santo por no haber venido”, comentó Dolores Rugama a medios católicos de la zona.
Pero hay otros devotos que pidieron por la migración de los nicaragüenses que han salido masivamente en los últimos meses en busca de una vida mejor.
“Al ver a tanta gente que se ha ido de Nicaragua con esta migración yo le he pedido a la virgencita que interceda por los favores que nosotros pedimos por esa gente, yo ahora le estoy dando gracias a Dios porque mis hijos llegaron bien, ya están donde ellos querían estar y ahora doy fe que ella me hizo el milagro y ya mis hijos me dijeron que ellos también van a celebrar a la virgen María”, dijo Ana Cristian Martínez una ciudadana de Chinandega.
La “lavada de la plata” es una tradición religiosa popular que nació en Nicaragua en el siglo XVI, que consiste en que los fieles católicos acuden a la basílica para limpiar, generalmente con paños o algodón los tesoros de la Virgen del Trono, que son principalmente de plata.