• Managua, Nicaragua
  • 6:21 pm
  • Nov 28, 2022

Dennis Martínez agradece a Dios por quitar su nombre del estadio de “las balas de la muerte”

De la misma forma en que Dennis Matínez dio agracias a Dios hace 5 años cuando le dieron la noticia de que el nuevo estadio de beisbol llevaría su nombre, igualmente ahora le agradece a Dios porque la dictadura sandinista removió su nombre del estadio de donde salieron “las balas de la muerte” para asesinar […]
Dennis Martínez intenta acercar a la oposición. Redacción Abierta.
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De la misma forma en que Dennis Matínez dio agracias a Dios hace 5 años cuando le dieron la noticia de que el nuevo estadio de beisbol llevaría su nombre, igualmente ahora le agradece a Dios porque la dictadura sandinista removió su nombre del estadio de donde salieron “las balas de la muerte” para asesinar a ciudadanos nicaragüenses por órdenes de Daniel Ortega y Rosario Murillo.

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En un artículo publicado este 28 de noviembre en el diario LA PRENSA, titulado: Gracias a Dios, Martínez deja claro que tiene conciencia de su peso en la historia deportiva de Nicaragua, y que sabiendo lo que fue y lo que es, hoy más que nunca tiene claro lo que NO quiere ser: Una persona que le dio la espalda a sus compatriotas cuando más lo necesitaban.

“Cuándo empezaron a circular las duras noticias e investigaciones periodísticas que el estadio nacional se había convertido en el cuartel de dónde salían los matones del pueblo me golpeó y luego tras las investigaciones de la CIDH, donde confirmaron el uso de francotiradores ubicados en el coloso, me hundió aún más”, refiere Martínez en su artículo.

Martínez, un exlanzador de grandes ligas señala que el estadio “representaba la unidad, la diversión, el olvido de nuestras desgracias, porque somos un país beisbolero que en medio de momentos difíciles la pelota nos reencontraba, sin embargo ahora desde allí habían salido las balas de la muerte”.

Las madres de los fallecidos miraban el estadio con repudio y se convirtió en sinónimo de división, unos llamándome vende patria y otros defendiéndome y que debían quitarle mi nombre para no seguirlo ensuciando”, expresa el expitcher originario de Granada.

Martínez recuerda que “aquel 2017 hasta le escribí una carta a Daniel Ortega agradeciendo la decisión mi objetivo era comprometerme a aportar desde el vínculo deportivo siendo el siguiente paso llevar un partido entre dos equipos de grandes ligas a Nicaragua”.

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Sin embargo, ahora expresa que “yo simplemente agradezco a Dios por todas sus bondades en mi vida y así como le di gracias a Dios cuando ese hermoso estadio llevaba mi nombre, le digo gracias a Dios otra vez por haberlo removido”.

“Los gobernantes pueden quitar y poner nombres a su antojo pero lo que más me ha importado es qué ejemplo dejo en esta vida. Soy una persona de 68 años que supo enderezar su vida cuando el alcohol quiso hundirla, pero Dios, la virgen y mi esposa me rescataron”, manifiesta Martínez en su escrito.

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