¿Silencio del Vaticano sobre crisis en Nicaragua es para no provocar ira de Ortega?

En entrevista al medio francés, La Croix, una fuente del Vaticano reveló que en medio de los graves ataques del régimen de Daniel Ortega hacia la Iglesia católica en Nicaragua, donde un obispo fue secuestrado y otros sacerdotes se encuentran entre celdas de torturas, la Santa Sede ha preferido el silencio y ha solicitado reducir al mínimo las declaraciones públicas.

En Nicaragua la crisis política ha trascendido diplomacia a lo largo de estos últimos cuatro años. La iglesia católica ha sido víctima de las embestida del dictador Daniel Ortega, señalado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de cometer crímenes de lesa humanidad, provocando el exilio forzado de más de una decena de sacerdotes, mientras el obispo de Matagalpa, Monseñor Rolando Álvarez, cumple dos meses bajo secuestro policial.

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Recientemente La Croix informó que en entrevista anónima una fuente del Vaticano dijo que las principales solicitudes dentro de este palacio eclesiástico giran entorno al silencio Papal para no descuidar el principal interés del sumo pontífice, que es disminuir los ataques de la dictadura hacia la iglesia.

A pesar que el Vaticano ha confirmado que el Papa sigue la situación de Nicaragua “personalmente, muy de cerca”, en referencia a un posible diálogo entre la Santa Sede y Managua, prefiere guardar silencio al público para evitar “consecuencias” graves contra los religiosos nicaragüenses por orden de Ortega.

“Una palabra descuidada, una palabra mal interpretada, puede tener consecuencias dramáticas dentro del país“, reveló la fuente Vaticana quien además confirmó que la jerarquía católica de Nicaragua ha solicitado a Roma que se reduzca al mínimo las declaraciones públicas.

Cuestionamientos diplomáticos al Vaticano

Aparentemente estos debatas privados dentro del Vaticano han causado revuelo entre la diplomática occidental, que ha criticado la decisión de la Santa Sede de callar ante las violación a la libertad religiosa en el país centroamericano, mientras se reducen las vías para lograr un diálogo con Ortega, el líder sandinista que conduce al país a un aislamiento internacional tras expulsar a la embajadora de la Unión Europea, romper relaciones con Holanda, y negarse a recibir al representante de Estados Unidos.

“No entiendo muy bien la estrategia”, indicó a La Croix un diplomático destinado en la Santa Sede. “¿Tenemos miedo de perjudicar a los católicos? Pero no puede ser peor, y tampoco pueden asesinar al obispo. El Vaticano tiene que decir algo”, agregó.

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Anteriormente, fuentes del Vaticano afirmaron que “la situación es complicada, delicada” en Nicaragua, pero han insistido en un diálogo como única salida a esta crisis.

Este jueves el Observador Permanente de la Santa Sede ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Monseñor Juan Antonio Cruz Serrano, tomó la palabra durante la sesión de este viernes de este organismo, en la que hizo un llamado al diálogo para tratar de resolver la grave situación de Nicaragua.

“La Santa sede hace un llamado para que las partes puedan encontrar caminos de entendimiento basados en el respeto y la confianza recíproca, buscando ante todo el bien común y la paz”, expresó monseñor Cruz al finalizar su intervención en la sesión de la OEA.