Hija de Rosario Murillo: El régimen considera un enemigo político a la iglesia católica

Zoilamérica Narváez Murillo, hija de la vicedictadora Rosario Murillo, aseguró en entrevista a Nicaragua Actual que en “un afán de controlar la fe”, el régimen sandinista considera “un enemigo político” a la iglesia católica, y sobre todo a los religiosos que alzan su voz para exigir un cambio en Nicaragua.

Narváez Murillo, quien en 1998 denunció al dictador Daniel Ortega por abuso sexual, se congregó la noche de este viernes frente a la Catedral Metropolitana de San José, en Costa Rica, para acompañar el plantón en favor a monseñor Rolando Álvarez, quien se encuentra secuestrado por la dictadura sandinista.

Desde esta plaza, la también defensora de derechos humanos alzó su voz en contra del régimen de su madre Rosario Murillo y aseguró que la persecución política incrementará en Nicaragua, y posiblemente aumente también la lista de personas presas políticas.

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Sobre los recientes ataques a la iglesia católica y en contra de monseñor Álvarez, Narváez Murillo dijo que “definitivamente es un atropello a los sentimientos cristianos”.

“Las excusas que pretenden hoy culparlo de violencia tienen que ver nada más con el intento de controlar el llamado profético que él (monseñor Álvarez) hizo a seguir perseverando que habrá un cambio. Al final es un pastor al lado de sus ovejas clamando que haya un cambio”, manifestó a Nicaragua Actual.

Narváez Murillo, quien se exilió en Costa Rica tras el rechazo de su madre por denunciar a Daniel Ortega, aseguró que la dictadura sandinista busca cerrar los únicos espacios de resistencia que aún quedan en Nicaragua, la iglesia.

Conversaciones internas por la libertad de monseñor Álvarez

A su criterio, mediante el sacerdocio se hace eco de las “propuestas” para un cambio en Nicaragua, mismas que dejaban en evidencia “la violencia” perpetrada por el estado nicaragüense en contra de la ciudadanía, así como la sed de “odio” de parte de la pareja dictatorial contra la iglesia.

“Para nosotros hay muchas cosas que no conocemos; tenemos que dar gracia por cada minuto que monseñor permanece firme y ha logrado mantenerse en Nicaragua. Ha sido lamentable como paulatinamente le han venido cortando la libertad, pero no su palabra”, agregó.

Narváez Murillo trajo a relucir las palabras del vaticano que hacen referencia a un interés de conversar para cesar la represión contra la iglesia en Nicaragua, y dijo que espera “se dignifique el testimonio y la valentía de monseñor Álvarez, y que no se pretenda someterlo por la vía de la autoridad eclesiástica”.

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“El único espacio de movilización que ha quedado en Nicaragua son las iglesias pero también la fuerza de la fe -insisto- es una amenaza”, expresó.

“Creo que en la forma que están actuando nuestros sacerdotes y también pastores, enseña mucho que hay otras formas de luchar y que vamos a encontrar las maneras de seguir resistiendo”, valoró.

Finalmente hizo un llamado a la población nicaragüenses a reconocer los “actos de atropellos e injusticias” de parte del régimen contra la iglesia, y sostuvo que a pesar de los mecanismos internacionales para presionar a la dictadura, solo la ciudadanía nicaragüense tiene los medios para salir de la represión estatal.