Giro en posición diplomática de Argentina y México en la OEA frente a dictadura en Nicaragua

Las representaciones de México y Argentina ante la Organización de Estados Americanos (OEA), dieron un giro en su postura diplomática frente a la dictadura de Daniel Ortega, luego de confirmar su voto este viernes, a favor de aprobar una resolución de condena y repudio a la toma de la sede de este organismo en Managua.

A pesar que los presidentes de México y Argentina, Andrés Manuel López Obrador y Alberto Ángel Fernández, respectivamente, han sido considerados desde hace tiempo aliados ideológicos del régimen sandinista que gobierna consecutivamente Nicaragua desde 2007, sus representaciones ante la OEA pusieron como punta de lanza el respeto al derecho internacional de sedes y diplomáticos en la región.

Debido a esa “amistad” ideológica que mantienen López Obrador y Fernández con Ortega, esta semana ambos mandatarios pidieron no excluir a ningún país de la Cumbre de las Américas a celebrarse en Los Ángeles, California, del 6 al 10 de junio del presente año.

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Sin embargo, Brian A. Nichols, subsecretario del Departamento de Estado de Estados Unidos, reiteró que los países que “no respetan la democracia” no deben participar en la Cumbre de las Américas, en referencia a Cuba, Venezuela y Nicaragua.

No obstante este viernes, tanto México como Argentina sorprendieron al hacer un cambio en su discurso de apoyo a Ortega y se sumaron a respaldar una nueva resolución de rechazo al cierre y confiscación de la sede de la OEA en Nicaragua, por parte del régimen  sandinista, ocurrida el pasado 24 de abril.

“La delegación de México rechaza lo que se ha denunciado como el allanamiento a las oficinas de la secretaría general de la OEA en Nicaragua, y lamenta que esta situación se sume a otros precedentes en el hemisferio de atentados contra la inviolabilidad y las protecciones de los locales o las funciones diplomáticas”, dijo Luz Elena Baños Rivas, representante permanente del país azteca.

Ahora que ambas delegaciones hacen referencia a su apoyo indiscutible por el absoluto cumplimiento a los acuerdos internacionales, es claro que para Ortega significan dos votos menos a su favor.

El representante de Argentina, Carlos Raimundi, puntualizó en menos de 60 segundos que su apoyo a la resolución no tiene preferencia por algún país miembro de la OEA, ya que su postura diplomática se mantiene en “respeto absoluto y permanente al principio de inviolabilidad de sedes y personal diplomático”.

“Reiteramos que lo hacemos en todos los casos. No nos cabe ninguna duda de la discrecionalidad que ha tenido esta organización de tratar con intensidad algunos temas y silenciar otros en casos muy similares; desde esa perspectiva de evitar el doble rasero para medir determinadas situaciones y respetar siempre en todos los casos las notas y principios del derechos internacional, es que hemos apoyado esta resolución”, indicó el argentino.

Sin embargo, esta no es la primera vez que Argentina muestra “un giro” en su postura frente al régimen de Nicaragua, pues en noviembre de 2021 Fernández dio su respaldo a la resolución de la OEA de declarar ilegítimas las votaciones en Nicaragua.

Argentina convencida con las evidencias recogidas en la OEA, que probaron la sistemática violación de derechos humanos en Nicaragua, dio un “giro” en su postura diplomática hacia Ortega.

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En el caso de México, tras denuncias de fraude electoral consumado el 7 de noviembre  en Nicaragua, López Obrador llamó a su representante en Nicaragua, Gustavo Alonso Cabrera, a una supuesta consulta en materia de derechos humanos y políticos.

Además, que en esa ocasión Baños Rivas dijo en la OEA que México “expresaba al Gobierno de Nicaragua su preocupación sobre el proceso político llevado a cabo el pasado 7 de noviembre y, especialmente, en lo que hace a la libertad de expresión y a la participación política de su ciudadanía”.

“Mi país ha decidido votar a favor de esta resolución, sin que ello signifique de ninguna manera, el respaldo a posibles actuaciones del Secretario General en este asunto que podrían resultar inadmisibles jurídica o políticamente”, agregó este viernes la delegación de México.

La postura de ambas delegaciones en la OEA, evidencian la ilegalidad cometida por Daniel Ortega al confiscar sorpresivamente las oficinas de este organismo internacional, violando así acuerdos, tratados y obligaciones legales internacionales en la materia.

La OEA recordó a la dictadura sandinista el acuerdo del 2 de octubre de 1989 en el que Nicaragua otorgó plenos privilegios e inmunidades a los locales diplomáticos de la  OEA en  el país, incluyendo su inviolabilidad, por lo cual hizo un llamado urgente a “restitur” inmediatamente a la organización el uso de los locales incautados”.