Padre Uriell Vallejos perdonó en último momento de vida a paramilitar que intentó matarlo en el 2018

El padre Uriel Vallejos, de la Iglesia Divina Misericordia del municipio de Sébaco en Matagalpa, ha sido uno de los sacerdotes que no se le ha “quebrado la voz” y la ha alzado en pro del pueblo nicaragüense, y más aún, a raíz de los acontecimientos del 2018.

Desde esa fecha ha sido perseguido y amenazado de muerte, pero él ha perdonado a sus enemigos e incluso a algunos paramilitares a quienes les dieron la orden para asesinarlo.

El padre Vallejos dice que la Iglesia Católica y sus pastores “están para perdonar a sus enemigos” e incluso para darles “el último adiós en el sepelio”.

Y así lo hizo con uno de esos paramilitares, quien le pidió perdón en el último momento de su vida.

“Una persona que en el período del 2018 me odiaba, me mandó a llamar para que yo lo confesara y yo fui a confesarlo y me dijo:  Yo era uno de los que me eligieron para que lo matara a usted y hoy le pido perdón y luego murió en mis brazos. Era una persona que siendo católica, te das cuenta que no nos vamos de este mundo sin entregar cuentas de lo que somos”, dijo el Padre Vallejos.

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Las últimas palabras de este sacerdote dieron que hablar, muy valiente y desde el púlpito, dijo que no avalaría el fraude electoral de Ortega y que sus huellas dactilares iban a estar limpias como su conciencia.

El líder católico asegura que estas palabras causaron malestar a la dictadura, a tal punto que arreciaron el asedio hacia su persona.

“Ha venido la policía, yo les he dicho ¿Me están cuidando?, Han venido cerca de acá, se han escondido en las calles. Yo siempre estaré acá, yo seguiré siempre con el pueblo de Dios, seguiré siendo la voz de los que no tienen voz”, dijo el religioso.

El Padre Vallejos afirma que el pueblo católico ha respaldado su mensaje y que las oraciones no cesan para protegerlo del mal.

“Este pueblo está orando, ayunando. Este pueblo está ofreciendo sacrificio como también otros que no profesan la fe católica lo hacen, porque tengo amigos pastores y me dicen: Padre cuente conmigo, cuente con mis oraciones, Dios hará el milagro en su momento, pero tenemos que llevarlo con serenidad, con paciencia y con confianza, nunca el mal va a hacer estragos al bien. Entonces lo que tenemos que sí, es denunciar si todos callamos ¿Quién va hablar?”, señaló.

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