• Managua, Nicaragua
  • 6:52 pm
  • Ago 6, 2021

Padre Uriel Vallejos preocupado por ola de exilio debido al asedio, persecución y amenazas en Sébaco

Durante la Asamblea Parroquial de la Iglesia Divina Misericordia en Sébaco, en estos últimos días, el párroco Uriel Vallejos, alertó sobre la ola de exilio y migración que se está registrando en este municipio de Matagalpa. El religioso indicó que, en las últimas semanas, muchas personas de Nicaragua y en especial de Sébaco, escapan de […]
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Durante la Asamblea Parroquial de la Iglesia Divina Misericordia en Sébaco, en estos últimos días, el párroco Uriel Vallejos, alertó sobre la ola de exilio y migración que se está registrando en este municipio de Matagalpa.

El religioso indicó que, en las últimas semanas, muchas personas de Nicaragua y en especial de Sébaco, escapan de persecuciones, busca de trabajo, oportunidades y personas que sueñan con un futuro mejor y que muchos, durante su camino, se encuentran con carteles de drogas y armas que explotan la situación de debilidad de los inmigrantes.

“La gente está saliendo del país por asedio, persecución, amenazas , despidos de instituciones y paramilitares que están llegando a catear o vigilancia en sus casas, pero también principalmente por la situación económica”, expresó el sacerdote.

Además manifestó que “la preocupación es alarmante porque ellos están muy preocupados por la inseguridad que hay especialmente acá, la gente está muy desesperada y quiere salir del país”.

 

 

El Párroco de Sébaco dice que otro de los aspectos del porqué están emigrando y exiliándose sus feligreses es porque existe una preocupación por los acontecimientos políticos en los últimos meses y no existe “una identidad política”.

“La gente siempre espera una respuesta para poder orientarse, pero no hay voces creíbles, la gente manifiesta eso, no hay por donde tirarle a como se dice, entonces esa inseguridad política, crea esa incertidumbre en la gente, porque aquí fue masivamente la verificación que se sostuvo, pero al ver este panorama político no hay como, la gente si se notó que quiere cambio por la vista de que la gente acudió para verificarse”, dijo el padre Vallejos.

Para el religioso los que emigran tienen que separarse de su propio contexto de origen y, con frecuencia, viven un desarraigo cultural y religioso.

“La fractura también concierne a las comunidades de origen, que pierden a los elementos más vigorosos y emprendedores y a las familias, en particular cuando emigra uno de los padres o ambos, dejando a los hijos en el país de origen”, afirma el párroco de Sébaco.

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