Monseñor Silvio Báez pide orar por el “milagro” de la libertad de Nicaragua
El obispo instó al pueblo católico no perder las esperanzas y la confianza, porque el futuro de Nicaragua está “en las manos del señor”.
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Ante la constante persecución y hostigamiento político que vive Nicaragua bajo la dictadura sandinista de Daniel Ortega y Rosario Murillo, el Obispo Auxiliar de Managua, monseñor Silvio José Báez, pidió a los nicaragüenses orar por la liberación, prosperidad y paz del país, durante una misa en la iglesia St. Vincent de Paul, en Los Ángeles, California.
A pesar de las difíciles circunstancias y contexto político, el líder religioso instó al pueblo católico a no perder las esperanzas recordando que: “no olvidemos a nuestro país, no olvidemos a nuestro pueblo, sobre todo en la oración. Los momentos que vivimos son de gran incertidumbre, de mucha oscuridad”.
Aunque todo se vea oscuro y un camino desolador, Báez evocó que hay un “futuro mejor para nuestra patria” y que “la historia está en manos del Señor y Él va a permitir que Nicaragua pueda resucitar a una vida nueva”.
“No perdamos la esperanza, no perdamos la confianza y oremos mucho este año, para que el Señor nos conceda el milagro que todos los nicaragüenses anhelamos”, expresó el religioso.
Báez hizo un llamado a la unidad y la fe con fervientemente oraciones, para que en el año 2025 Nicaragua sea “liberada, próspera, justa, pacífica y llena de alegría y fraternidad”.
Iglesia católica blanco de ataques
Desde 2018, el régimen sandinista de Daniel Ortega y Rosario Murillo se ha dedicado a perseguir a la iglesia católica por brindar su apoyo a estudiantes y protestar contra los crímenes cometidos durante las protestas antigubernamentales.
Los ataques al clero católico incluyen destierros, cancelaciones de actividades y organizaciones religiosas, desnacionalización de sacerdotes que se han pronunciado contra las violaciones a los derechos humanos cometidos por los Ortega Murillo y sus huestes represoras.
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Asimismo, la fe ha sido criminalizada al punto que si una persona o religioso eleva una oración en favor de Nicaragua o los sacerdotes víctimas de persecución, inmediatamente son perseguidos y aprehendidos por la Policía Sandinista.