¿Cardenal Leopoldo Brenes busca diálogo con Daniel Ortega?
El sumo pontífice Papa Francisco llamó al diálogo “respetuoso y constructivo” en Nicaragua ante el incremento a la persecución religiosa. ¿El cardenal Brenes liderará este diálogo?
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El cardenal de Nicaragua, Monsenor Leopoldo Brenes insinuó que mantiene una buena amistad con el dictador sandinista Daniel Ortega.
Recientemente, el cardenal Brenes agradeció al régimen de Ortega por “la buena voluntad y acciones en favor de la restauración” de la imagen del Cristo Resucitado de la parroquia Santo Domingo de Guzmán en Managua.
Pese a la persecución religiosa que vivien los católicos en Nicaragua, el cardenal Brenes no se ha pronunciado sobre el destierro de obispos y sacerdotes, ni de las prohibiciones de procesiones y actividades en las iglesias en todo el país.
¿Qué está pasando?
El periodista nicaragüense Denis Alaniz, de la plataforma web Panorama Católico, valora al cardenal no como una persona”complaciente”, pero tampoco “agresiva”. Interpreta que el arzobispo de Managua utiliza un discurso “pasivo frente a la situación de persecución que sufre la iglesia”.
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El cardenal Brenes, es considerado un hombre “sensato” y distante de la opinión pública frente a la persecución Política de Ortega en Nicaragua. Incluso, muchos llegan a comprender su silencio por el contexto que vive el país, sin embargo otros los critican.
Mientras la Santa Sede denuncia ante foros internacionales que en Nicaragua se sigue violentando el derecho a la libertad religiosa, en Managua el Cardenal Brenes mantiene un total silencio ante esta situación y utiliza un lenguaje “pasivo”.
Lo cierto es que Nicaragua suma tres obispos desterrados, entre ellos el presidente de la Conferencia Episcopal (CEN), monseñor Carlos Herrera, sin contar los meses de encarcelamiento ilegal contra monseñor Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa, ahora desterrado al Vaticano.
¿Por qué hasta ahora se pronuncia el cardenal?
La abogada e investigadora nicaragüense en el exilio, Martha Patricia Molina, asegura que la posición del arzobispo de Managua no es una sorpresa en este contexto de represión.
Recuerda que en 2019 cuando una comunidad de laicos era atacada por la Policía a los alrededores de la Catedral de Managua, el purpurado católico dijo sentirse seguro porque creía que la presencia de los agentes antidisturbios “era para cuidarnos”, un hecho que se contradecía con las acciones violentas de la institución al servicio de Ortega.
La experta en temas religiosos y autora de la investigación “Nicaragua: ¿Una Iglesia Perseguida?“, en entrevista a este medio, insiste en que “el cardenal (Brenes) siempre ha tenido ese trato hacia la dictadura porque” considera que “él tiene una forma diferente de ver y analizar las agresiones” de Ortega contra la iglesia católica.
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Aunque parezca insólito, la abogada señala que no existe otra posición que represente al arzobispo de Managua frente a los ataques de Ortega. Incluso, reitera que no podría haber diálogo porque no existen las condiciones, ni la voluntad de un Estado democrático.
Es más, una feligrés consultada por este medio bajo anonimato, añade que “nos encontramos en una situación en que la iglesia juega un papel crucial” en Nicaragua que “enmudece” la voz profética de sus pastores.
“La iglesia católica se ha caracterizado por estar fuera de los asuntos políticos, pero eso no significa que esté a favor de la persecución”, indica.
¿Papa Francisco influye en decisión del cardenal Brenes?
La actitud del cardenal Brenes parece indicar que desea regresar a una mesa de diálogo como lo pide el sumo pontífice de la iglesia católica, el Papa Francisco, pero lo cierto es que no existen las condiciones para proporcionar un espacio de entendimiento entre la Iglesia y el régimen de Ortega.
El pasado domingo 8 de diciembre, el Papa pidió un diálogo “respetuoso y constructivo” en medio de un contexto hostil para la iglesia y el Estado al documentarse 667 ataques a personalidades o entidades católicas desde 2018, de acuerdo al IV Informe de la investigadora Molina .
La experta afirma que “el Vaticano siempre está pidiendo un diálogo porque así es como se resuelven los conflictos”, pero considera que “el problema es que se le pide un diálogo a una dictadura que no tiene la voluntad de dialogar con nadie, menos con el Estado Vaticano”.
“No creo que exista un diálogo constructivo, lo único que se puede obtener de la dictadura es la imposición de sus intereses para perpetuar una dictadura dinástica. No veo a la actual CEN como una mediadora en un posible diálogo”, insistió Molina.
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Por su parte, Alaniz justifica la “pasividad” del cardenal Brenes y dice que Ortega se “aprovecha” del purpurado.
“El papa ha dicho que buscan un diálogo respetuoso, sin embargo, el mismo Papa ha dicho que con el demonio no se dialoga, y el régimen sandinista, como lo calificó el presidente de Panamá, es un régimen sin Dios y sin ley”, expresa el periodista exiliado.
“El papa y el Vaticano siempre han estado abiertos a esa posibilidad, pero no creo que el régimen quiera”, añade.
Vaticano denuncia la falta de libertad de expresión en Nicaragua
El pasado mes de septiembre, el Secretario de Estado de la Santa Sede, Pietro Parolin, denunció ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que en Nicaragua se sigue violentando el derecho a la libertad religiosa con la encarcelación de religiosas y sacerdotes.
Mientras el Vaticano insiste en demandar el respeto a los derechos religiosos en Nicaragua, en octubre pasado el sacerdote sandinista de Jinotega, el padre Rafael Ríos Gadea, afirmó en un acto político organizado por los diputados sandinistas de la Asamblea Nacional que en Nicaragua “no hay persecución religiosa”.
En cambio, el religioso defendió los métodos criminales de Ortega al asegurar que “cuando se delinque y se comete un delito, paga el que comete el delito, pero no la iglesia”, en referencia a las detenciones de sacerdotes y obispos.