Álvarez “A Nicaragua le falta libertad interior para no tenerle miedo al poner ni aferrarse a el”

Con más de 36 meses de una nación dominada por la violencia, la represión, la persecución política, la violación de los Derechos Humanos, encarcelamientos, censura y demás aspectos que constituyen una dictadura, se debe partir de la “libertad interior” en Nicaragua para cambiar de rumbo, manifestó durante su homilía de este domingo monseñor Rolando José Álvarez, obispo de la diócesis de Matagalpa.

La falta de esta libertad es la causante del egoísmo, el egocentrismo, la vanidad, el autoritarismo entre otros defectos que aplastan “al otro” y sus derechos, espacios y pensamientos afirmó el religioso quien mantiene una campaña permanente para que la humanidad y en específico la sociedad de este país recupere el espíritu de paz, de unión, solidaridad y fraternidad en medio de atropellos que en escala se ejecutan desde el poder.

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“Libertad interior para reconocer que sólo juntos podríamos construir una gran nación, libertad interior para abrir las cárceles a las ideas de los otros y no tener miedo al diálogo, a la conversación, como también a las divergencias y hasta contradicciones o diferencias cuando estas son puestas en la mesa común” espetó Monseñor Álvarez.

Asentó que la nación no se mueve hacia adelante trabajando con diferencias o anteponiendo la fuerza para mostrarse como autoridad inmovible, como verdad irrefutable pese a los signos de decadencia, falacia y crueldad, reafirmó que no hay dueños absolutos de esta tierra por más que se pretenda obligar a los demás a obedecer mandatos irracionales.

“Libertad interior para no tener miedo al poder o aferrarse a el, libertad interior para permitirle al otro expresar libremente sus ideas sin miedo a lo que vendrá, libertad interior para comprender que Nicaragua es de todos, que Nicaragua somos todos” exhortó.

Monseñor Álvarez explicó que sólo quien es libre interiormente puede decir “yo acojo al adversario y le doy su lugar y podrá ser un hombre, una mujer que viva para la libertad, que viva en libertad y por la libertad”, finalizó su mensaje nuevamente expresando que “para ser libre nos liberó Cristo”.

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