Predomina falta de ética en personal del Minsa al violar privacidad de opositores al recibir vacunas

El personal del Minsa que se encuentra en proceso de vacunación contra el COVID-19, viola un articulado de la Ley de General de Salud, Ley 423, al permitir que se tomen fotografías a opositores cuando son vacunados y que luego son publicadas en medios voceros del gobierno, páginas y perfiles de fanáticos sandinistas, para luego hacer mofa y emitir hasta amenazas de muerte en contra de ciudadanos que disienten de la dictadura sandinista.

Tales son los casos del cronista deportivo Edgard Tijerino, Vilma Nuñez, Fabio Gadea, Francisco Gadea, Luis Carrión, Norman Caldera y Carlos Tünnermann, reconocidos críticos del régimen orteguista, contra quienes los sandinistas han iniciado una campaña de odio y difamación, por ser además  defensores de derechos humanos de las víctimas de la  dictadura.

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De acuerdo al Artículo 6, numeral 13, de la Ley General de Salud, dicta que se debe garantizar las condiciones para preservar la intimidad de los usuarios y que no sean expuestos a la vista u oídos de personas que no estén involucradas en su atención; sin embargo los y las enfermeras, quienes se encargan de vacunar contra el COVID-19 a las personas más vulnerables, han violentado el derecho a esa privacidad de la que habla la ley.

“Garantizar las condiciones para preservar la intimidad de los usuarios y que no sean expuestos a la vista u oídos de personas que no estén involucradas en su atención” dice la ley en su artículo 6, numeral 13.

🇳🇮#Nicaragua: @NunezEscorcia, pres. del @cenidh, es víctima de una campaña de hostigamiento en línea
📣Denunciamos esta intimidación e instamos a las autoridades reconocer públicamente la legitimidad de su trabajo como defensora de los #DerechosHumanos
👉https://t.co/XLRr7Xapfn pic.twitter.com/3WaHHXvFql

— The Observatory (@OBS_defenders) April 14, 2021

En el caso de Vilma Núñez, Presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos, Cenidh, los sandinistas se han ensañado con ella al punto de verse amenazada hasta su integridad física, razón por la cual la Federación Internacional de los Derechos Humanos, FIDH, se pronunció ante el acoso, hostigamiento e intimidación sistemática y sostenida de parte de los seguidores de Ortega.

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