Dictadura se ve obligada a recibir a nicaragüenses varados

La doble moral de la sancionada Rosario Murillo salió nuevamente a relucir este mediodía durante su comparecencia en sus medios propagandísticos al asegurar que el gobierno de Daniel Ortega tiene asegurados los retornos de “más hermanos nicaragüenses” después que les había puesto tranques en las fronteras de Peñas Blancas violentando sus derechos humanos.

“Cuantos hermanos nicaragüenses quieren regresar a su patria, ayer entraron desde Panamá 49 hermanos en lo que llamamos nosotros la ordenación ordenada y segura en la región centroamericana… Ese retorno se da ordenadamente asegurando las condiciones de protección de la salud y la vida de los hermanos que retornan que se habían ido a trabajar por las condiciones económicas que se encuentran los países del mundo entero ahora retornan a sus hogares” Afirmó Murillo.

 

Pero no solo a estos nicaragüenses se les había negado la entrada a territorio nacional sino a un sinnúmero de costeños que todavía se encuentran varados en algunos cruceros en aguas internacionales, pero este retorno fue condicionado por la dictadura.

“Ya estamos proyectando el recibimiento de otros hermanos nicaragüenses que vendrán en los próximos días, son hermanos trabajadores de los cruceros, pero estos retornos se dan al mismo tiempo con programación, porque las autoridades de salud tienen que garantizar que se cumplan con las medidas de protección de ellos mismos, de las comunidades donde residen con una cuarentena mínima de 14 días, por un lado se aseguran que no tienen síntomas y que vienen con su certificado que dice negativo y por otro lado se da seguimiento a través de la cuarentena en cada municipio” dijo Rosario.

Este lunes después de la presión ejercida por parte de organismos de derechos humanos, pero también por las diversas protestas de familiares de estos costeños en Bluefields la dictadura trató de bajar los ánimos del grito desesperado de estos nicaragüenses que desesperadamente intentan llegar a sus hogares, ya que muchos de ellos quedaron sin empleos y se enfrentaban a un contagio de la pandemia del COVID-19.