Productos químicos provocan muerte de nicaragüense en España

El pinolero Denis Antonio Sáenz Hernández, de 30 años de edad, falleció intoxicado con productos químicos que usaba en la empresa que laboraba, el pasado sábado 10 de febrero, en España.

A la hora del suceso, Sáenz Hernández, se encontraba trabajando junto a su esposa Lilian Miranda, de 29 años, quien se encuentra en estado delicado en un hospital.

El joven tenía tres meses de haber llegado a ese país, junto a su pareja en busca de mejores oportunidades laborales, que les permitieran mejorar su economía.

El cuerpo de Sáenz Hernández, se encuentra en una morgue de Murcia, en España. El joven deja a dos hijos en la orfandad.

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Otro connacional pereció en accidente laboral

Se trata de William Alfaro Acuña, de 42 años, murió de manera instantánea al caerse desde una altura aproximada de 8 metros mientras trabajaba en una obra en la localidad de Arribe, municipio de Araitz, España.

Los distintos sindicatos, han señalado que las caídas en altura son la principal causa de muertes por accidentes laborales, por lo cual exigen poner fin a la impunidad de los empresarios.

El suceso se registró el 15 de enero del presente año, los equipos médicos, llegaron al lugar, pero lamentablemente el nica no tenía signos vitales. Acuña, era originario de Pueblo Nuevo, Estelí.

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Origen de la emigración nicaragüense hacía España

Tras las protestas que se suscitaron durante meses en Nicaragua, a lo largo de 2018, la emigración del país aumentó notablemente, además por las persecuciones y amenazas por grupos paramilitares.

Según el Instituto Nacional de Estadística de España (INE), de 2018 a 2021 la población nicaragüense en España se duplicó, pasando de 31.286 personas regularizadas en 2018 a las 61.563 en 2021, aspecto que se notó especialmente en algunas ciudades de acogida como Zaragoza que pasó 5.470 vecinos nicaragüenses a prácticamente 10.000.

Tal como ha pasado con gran parte de la inmigración femenina, con especial incidencia en la llegada a España desde los países de Hispanoamérica, muchas mujeres nicaragüenses, independientemente de su formación, han acabado trabajando en el cuidado de personas adultas en sus ciudades de acogida.