Hijos de Ortega y Murillo “rezan” en altares de la Virgen mientras sus padres atacan a la Iglesia

Camila Antonia y Laureano Ortega Murillo, ambos hijos de los dictadores Daniel Ortega y Rosario Murillo, inauguraron este jueves los altares en honor a la Inmaculada Concepción de María, ubicados en la avenida De Bolívar a Chávez, acompañados por la alcaldesa sandinista Reina Rueda, la ministra del Intur, Anasha Campbell y otros funcionarios públicos.

Los hijos de los dictadores, quienes aparentaron estar muy “fervorosos” luego de la inauguración, expresaron que estos espacios son para llenarse de “amor, fe y devoción”, mientras, contrariamente, sus padres, Daniel Ortega y Rosario Murillo mantienen un feroz ataque a los líderes de la Iglesia Católica.

“Quiero felicitar a cada una de las instituciones por este hermoso trabajo que se hizo con tanta fe, con tanto amor”, dijo Camila Ortega.

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Por su parte, Laureano Ortega Murillo, expresó que estos altares se “convierten en un espacio de luz, de fe y de amor dedicado a la Virgen María, pero que puede ser disfrutado por las familias”.

“Es un espacio donde estamos invitando a todas las familias nicaragüenses que pueden venir a recorrer este paseo para llenarse de amor, para llenarse de fe y para demostrar su devoción, como nosotros la tenemos hacia nuestra Madre la Virgen y ser parte de una temporada navideña de amor y de paz. Diario debemos dar gracias a Dios que en Nicaragua triunfa el amor”, dijo el hijo del dictador Ortega.

Los altares representaban a cada una de las instituciones públicas, entre ellas la del Ejército de Nicaragua, de afinidad sandinista, cuyo Jefe, Julio César Avilés, fue sancionado por el departamento del Tesoro de los Estados Unidos el 22 de mayo de 2020, por ser facilitador clave del mal gobierno de Ortega y cometer graves abusos contra los derechos humanos que buscan silenciar las voces críticas en Nicaragua.

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Daniel Ortega y Rosario Murillo desataron un cruento y feroz ataque directo a los líderes de la Iglesia Católica, por ser estos últimos críticos y cuestionar todos los abusos y represión que ha desencadenado una gran migración, centenares de asesinatos, persecución, encarcelamiento, asedio y desaparición forzada de miles de nicaragüenses.