Monseñor Silvio Báez: “Los tiranos no han podido someter a nuestro pueblo”

El obispo auxiliar de Managua, Monseñor Silvio Báez, reflexionó en su homilía en el quinto domingo de pascua en la Parroquia Santa María de Lago en Chicago, sobre las palabras que Jesús dirigió a sus discípulos, poco antes de su pasión y muerte, en donde les animaba a estar tranquilos y sin inquietudes frente a eventos trágicos, porque su presencia estaba con ellos; esto en referencia a los cinco años que el pueblo de Nicaragua ha resistido a los embates de los tiranos que están en el poder.

“En estos cinco últimos años duros y dolorosos que hemos vivido los nicaragüenses, no todo ha sido negativo. El Dios de la vida y la justicia ha manifestado su presencia. Nos hemos vuelto más cercanos y solidarios unos con otros, el dolor nos ha hecho madurar como sociedad”, expresó Monseñor Báez.

Agregó que en esos 5 años son también un signo de Dios en la historia, las innumerables víctimas de la represión, los presos políticos, los exiliados, los perseguidos y destacó que no tampoco se puede olvidar a Monseñor Rolando José Álvarez, Obispo de Matagalpa, a quien identificó como “testigo del evangelio y profeta de Dios”, y quien está injustamente ultrajado y encarcelado.

Monseñor Báez refirió que se mantienen en constante oración por el líder católico de Matagalpa y a la vez exige su liberación inmediata. “Estamos seguros de que ocurrirá muy pronto. Esta larga lista de nombres, de rostros y de historias representan la semilla de un futuro diferente y más humano que el Señor quiere para nuestro país”, agregó.

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Más conscientes

Para el jerarca católico, a partir del 2018, los nicaragüenses se han vuelto más conscientes de su responsabilidad por realizar un cambio social, pacífico y construir una sociedad más justa, aún en medio de la opresión y la crueldad a la siguen sometidos.

“Nuestro pueblo ha demostrado su grandeza y su dignidad, su espíritu indomable y su vocación de libertad y de justicia. Los tiranos no han podido someter a nuestro pueblo recio, noble y creyente, que sigue resistiendo, soñando y luchando”, resaltó el líder de la Iglesia Católica.

Durante la eucaristía efectuada en la parroquia de Chicago, Monseñor Silvio Báez resaltó que “en la vida, la incertidumbre, la oscuridad, los problemas, el sufrimiento nos inquietan y muchas veces provocan tristeza o ansiedad” y que “no existe una vida destilada, sin problemas que resolver y luchas que afrontar”.

Báez también advirtió a la feligresía que acudió a participar de la misa, muchos de ellos ex carcelados políticos nicaragüenses, activistas sociales, defensores de derechos humanos y periodistas, que “en la historia de los pueblos hay épocas históricas dolorosas, en las que parecen prevalecer la ambición de poder, la irracionalidad de la violencia y el irrespeto a la libertad y a la dignidad de las personas.

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“Delante de estas situaciones que a veces parecen desbordarnos, Jesús nos invita a confiar en Dios y a confiar en él: “Crean en Dios y crean también en mí” (Jn 14,1)”, destacó el líder católico y a la vez afirmó que lo que Jesús quiere es que “vivamos con la certeza de que somos amados y cuidados por Dios con un amor entrañable y que ningún esfuerzo que hagamos por construir un mundo más humano y digno se perderá”.

“No siempre podremos entender lo negativo que nos ocurre, pero siempre podremos confiar en que Jesús estará a nuestro lado, ayudándonos a afrontar los problemas con serenidad y sabiduría e ir construyendo un futuro de paz y de justicia para todos”, expresó.

Así mismo, dijo que aún cuando parezca que los caminos se van cerrando y que las soluciones parecieran que son inalcanzables, no se debe dudar de que el Dios de la vida, el Dios “que es justo y ama la justicia” actúa en la historia a través de la capacidad de las personas de soñar en grande y de luchar en modo perseverante.

Iglesia Católica en Nicaragua sigue siendo calumniada y ultrajada

Monseñor Silvio Báez señaló que la historia de Nicaragua, en estos últimos cinco años, tampoco se comprende sin la presencia y la misión de la Iglesia, que sigue siendo calumniada, perseguida y ultrajada por ser fiel a la misión que ha recibido de Jesús, por ser testigo de la verdad de Dios y denunciar la mentira y la injusticia y por defender a las víctimas y la dignidad de las personas.

“En un momento de tanta polarización en nuestra sociedad, en medio de tantas confrontaciones inútiles entre los mismos que sueñan con un ideal de libertad, es consolador saber qué hay “un camino”, que nos puede acercar entre nosotros y encaminarnos a la verdad y a la vida”, dijo el jerarca en referencia a la falta de unidad de la oposición que tiene un sólo adversario: la dictadura.

Báez le advirtió a la oposición “que de poco sirve que nos tildemos de conservadores o progresistas, de ser de derecha o de izquierda. Si queremos construir una sociedad nueva, es otra la opción que debemos hacer. Se trata de plantearnos la propia vida y la relación con los demás desde Jesús o desde otros caminos que no nos llevarán a ninguna parte”.

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“Por eso, si queremos construir una sociedad nueva que anticipe la casa del Padre, debemos elegir: Ser cercanos y amables o ser distantes y arrogantes; pensar solo en mis intereses o comprometerme en construir una sociedad mejor para todos; saber escuchar, acoger y creer en la riqueza de la diversidad, o excluir, condenar y querer imponer una uniformidad estéril”, señaló.

Les recordó que “si elegimos a Jesús como camino, aprenderemos a ser tolerantes sin renunciar a la justicia, seremos capaces de unirnos sin sacrificar la diversidad, podremos promover la inclusión sin aceptar jamás la impunidad.

“La casa del Padre, con muchas habitaciones, que Jesús nos tiene preparada al al final de la vida, la debemos ir habitando ya. Soñemos con una patria en la que no haya opresores y oprimidos, en donde se respete la dignidad y los derechos de todos, en donde sepamos renunciar a intereses particulares para compartir nuestros bienes e intereses en paz y justicia y en donde disentir del poder no sea un delito”, concluyó.