Conferencia Episcopal de Guatemala se solidariza con Monseñor Álvarez y pide orar por la iglesia en Nicaragua

La Conferencia Episcopal de Guatemala (CEG) mostró su cercanía y solidaridad a Monseñor Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa, quien se encuentra secuestrado por la Policía Sandinista, y señaló que “la libertad de expresión es propia de los derechos del hombre”.

En un comunicado emitido este lunes, la comunidad de obispos de Guatemala se refirió a la ola represiva de la dictadura de Daniel Ortega en contra de la Iglesia católica en Nicaragua, así como de los dos sacerdotes privados de libertad y de Monseñor Álvarez.

“Nuestro cariño y apoyo se extiende a todos los nicaragüenses a quienes les recordamos la promesa hecha por nuestro salvador. ‘Yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo'”, se lee en la misiva de la CEG.

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En el comunicado la Conferencia Episcopal de ese país dijo que Monseñor Álvarez, quien cumple cinco días secuestrado en la Curia Episcopal de Matagalpa por orden de la dictadura sandinista, fue alumno del Seminario Mayor Nacional de la Asunción de Guatemala. 

“Pedimos a todos los hermanos centroamericanos especialmente a los guatemaltecos, para que en sus propias parroquias, comunidades cristianas, movimientos y grupos, oremos por La Paz en el hermano país de Nicaragua”, finalizó.

Denis Martínez dirige una carta a Monseñor Álvarez

A través de una carta el reconocido lanzador nicaragüense, Denis Martínez, se dirigió al obispo de Matagalpa en apoyo y consuelo, y le agradeció por su valentía y permanencia para anunciar la palabra De Dios a pesar de las amenazas del régimen.

Martínez dijo que lloró al “escribirle” la carta, lloró “al ver con impotencia cómo los órganos del Estado eran utilizados para reprimir a los católicos que deseaban congregarse”, y agregó que “también lloré de orgullo porque en medio de la tempestad que usted vivía se arrodillaba solo ante Dios”.

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“Todos los días junto con mi esposa Luz Marina oramos por usted y por Nicaragua y estamos agradecidos porque predica con el ejemplo (…) Querido Monseñor me despido aún con los ojos rojos, porque Nicaragua se convirtió en una tierra hostil para la verdad”, finalizó.