Murillo se prepara para celebrar la Gritería Chiquita en medio de ataques a la iglesia

Luego que la vocera sandinista, Rosario Murillo, diera el permiso a la iglesia católica para que se lleven a cabo las fiestas patronales de Managua en honor a Santo Domingo de Guzman, este miércoles, anunció que se prepara para continuar con las celebraciones religiosas, en este caso, con la tradicional “Gritería Chiquita” de Léon, el próximo 14 de agosto.

Durante su alocución de este mediodía, Murillo señaló que desde sus alcaldías en los diferentes departamentos del país, sobre todo, en el occidente, se preparan con actividades y programas en honor a la Santísima Virgen bajo la advocación de la Asunción de María que se celebra todos los 15 de agosto.

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En el caso de Nicaragua, cada 14 de agosto se realiza la tradicional Gritería Chiquita, fiesta leonesa que se diferencia de la Gritería Mayor del 7 de diciembre al ser una celebración en vísperas de la fiesta católica en honor a María Asunta al Cielo.

“Los compañeros y compañeras de occidente, de Masaya, también del lado de Carazo, preparándose para la Gritería Chiquita que se celebra a mediados de este mes, y hay un amplio, hermoso programa que precisamente muestra nuestra tradición de fe y de devoción a nuestra madre María”, dijo Murillo en rueda de medios oficialistas.

Murillo anunció los planes para celebrar las fiestas mariana de este mes luego que autorizara a la iglesia de las Sierristas de Santo Domingo de Guzman, en Managua, continuara con normalidad las fiestas patronales luego de acordar negociaciones entre la Alcaldía sandinista de la capital y la alta jerarquía católica de esta ciudad.

“Vamos a estar celebrando en grande a María Santísima en la advocación de la Conchita, María de Nicaragua, Nicaragua de María, del pueblo nicaragüense, que la celebra en amor a la patria, y que celebra con ella la paz, la paz que tenemos, la alegría que tenemos y el trabajo que nos llega en una sociedad que va mejorando, un país que va mejorando”, agregó.

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Agresiones a la iglesia

En medio de la guerra declarada a la iglesia católica, el régimen sandinista preve organizar -como cada año- la celebración de la Gritería Chiquita en León, como una tradición de este pueblo católico que se remota a la peregrinación que realizaron los leoneses en 1947, organizada por el obispo Isidro Augusto Oviedo y Reyes, para rogar a la Asunción de la Virgen que detuviera una violenta erupción del volcán Cerro Negro.

La dictadura de Ortega y Murillo ha dirigido fuertes campañas de desprestigio en contra de las autoridades de la iglesia católica tras señalar a los obispos y religiosos de golpistas y tranqueros. La última acción en contra de la iglesia ocurrió en mayo pasado cuando el régimen ordenó congelar las cuentas bancarias de las diócesis y parroquias, así como de todos los sacerdotes.