Costa Rica llama “dictaduras” a Nicaragua y Venezuela por expulsas a sus ciudadanos
El canciller de Costa Rica manifestó que no se debe normalizar una dictadura y sus crímenes, sino demandar el respeto a los derechos humanos y políticos de los nicaragüenses y venezolanos.

- Nicaragua Actual
- Nicaragua Actual
El gobierno de Costa Rica alzó su voz en contra de los régimen de Nicaragua y Venezuela ante la Asamblea General de la Organización de las Nacionales Unidas (ONU), quien tildó de ser dictaduras por violar los derechos humanos en sus países.
En el caso de Nicaragua, el canciller de Costa Rica, Arnoldo André, en su discurso llamó tachó a Daniel Ortega de ser un “dictador” que reprime a los ciudadanos y los obliga a huir del país por la situación política del país.
“Son miles las personas que día a día cruzan nuestra frontera norte huyendo de la represión de una dictadura que lleva casi tres décadas en Nicaragua, una dictadura que los ha privado de su libertad, de sus derechos humanos, de sus sueños e incluso de su ciudadanía convirtiéndolos en apátridas”, expresó el canciller costarricense.
El funcionario recordó que Costa Rica fue el primer país de Latinoamérica en conceder la nacionalidad a personas apátridas e hizo un llamado a la comunidad internacional para erradicar esa condición en el mundo.
Desconocen a Nicolás Maduro como presidente
A su vez, el gobierno de Costa Rica desconoció nuevamente los resultados del fraude electoral ejecutado por Nicolás Maduro el pasado 28 de julio, por tanto, el canciller del vecino país solicitó a la ONU que no “se normalice la represión y la dictadura en Venezuela”.
“No hay duda de que Nicolás Maduro no ganó las elecciones (en Venezuela). Tampoco hay duda de que piensa mantenerse en el poder a toda costa”, expresó André.
Asimismo, recordó que Costa Rica, al igual que “la inmensa mayoría de los países de la región”, ha condenado la “manipulación de los resultados” de las elecciones venezolanas, por lo que exigió nuevamente “una verificación imparcial, transparente e independiente” de esos resultados.
“Venezuela no puede considerarse una democracia. Una democracia no expulsa a 8 millones de sus ciudadanos ni provoca una crisis migratoria sin precedentes cuyas repercusiones se sienten en todo el hemisferio occidental”, denunció.
En ese sentido, el canciller hizo énfasis en la importancia del multilateralismo para afrontar las diversas crisis políticas, ambientales, sociales y humanitarias que enfrente el planeta, y buscar soluciones a los conflictos armados.