Murillo dice que destierro “son soluciones necesarias” tras expulsar a sacerdotes

La vocera sandinista Rosario Murillo, defendió este jueves la medida de su régimen de expulsar de Nicaragua a 12 sacerdotes católicos que ya se encuentran en el Vaticano, en Roma, quienes habrían sido secuestrados desde 2022 por la sancionada Policía sandinista. En su acostumbrado discurso del mediodía, Murillo insistió en que los destierros son “soluciones necesarias” para enfrentar “los desafíos”.

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La vicedictadora dejó en claro que el obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, continuará detenido en las mazmorras de “La Modelo”, en Tipitapa, mientras se niegue al destierro forzado ya por tercera ocasión en casi 9 meses desde que por primera vez desistió de la idea de abordar el avión junto a 222 ex prisioneros políticos que fueron desterrados hacia los Estados Unidos.

“Hay quienes pretender reencontrarse con un pasado que no fue nada conveniente, nada positivo, ni constructivo, pero Dios nos ilumina a todos y Dios nos reclama todos los días saber caminar con humildad, con discreción, con paciencia, con prudencia, con inteligencia y sensibilidad hacia ese futuro que todos queremos”, expresó Murillo.

La funcionaria sandinista, quien se proclama fiel creyente en Dios pero persigue a los cristianos en Nicaragua, aseguró que no existen “mejores soluciones a cada uno de los desafíos o retos” a los que se enfrenta su dictadura que no sea el destierro o la expulsión ilegal de los nicaragüenses que se oponen a su discurso oficialista.

Murillo “satisfecha” con supuesto diálogo con la iglesia católica

Es por ello que, Murillo aplaudió la noticia de que 12 sacerdotes católicos detenidos en Nicaragua y procesados por causas políticas, ya fueron expulsados del país y recibidos en el Vaticano, donde arribaron esta mañana, alegando que esta medida se logró por acuerdo entre el régimen sandinista y la Santa Sede.

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“Conversaciones positivas, fructíferas, constructivas, y luego la intercesión también de altas autoridades de la iglesia católica aquí en Nicaragua y el trabajo que se hace con prudencia, discreción y paciencia para alcanzar las soluciones necesarias que fortalezcan, que aseguren, que defiendan la paz”, insistió.

En medio del asedio y el hostigamiento a la iglesia católica, Murillo reconoció el supuesto diálogo y acercamiento de los líderes católicos en Nicaragua y de la Santa Sede para encontrar vías de solución a la arremetida política de su régimen en contra de los sacerdotes. Dijo que las presuntas conversaciones con las “altas autoridades de la iglesia católica” abre paso a un “camino que es hacia el futuro”.

“Nuestro reconocimiento de lo bueno, lo positivo, de lo constructivo de lo que nos permite avanzar porque el camino es hacia el futuro, no se puede retroceder, no se camina para atrás, no se camina hacia el pasado”, finalizó la funcionaria sancionada.

Por su parte, el vaticano confirmó este jueves que fue Ortega y Murillo quienes pidieron a la Santa Sede recibir a los 12 sacerdotes que se encontraban en diferentes cárceles del país acusados por delitos que les fabricó la Policía sandinista y el Ministerio Público. Ahora, serán “alojados en algunas dependencias de la diócesis de Roma”.