Prisión perpetua para hijo que asesinó a su madre en Managua

El sujeto Wilfredo Manuel Herrera Medina, de 44 años, pasará el resto de sus días en la cárcel, por acabar con la vida de su mamá. El hombre fue sentenciado a cadena perpetua por el asesinato de María Angélica Medina, de 79 años.

El juez sandinista Félix Salmerón del Juzgado Quinto Penal de Juicio de Managua, además condenó al sujeto a 20 años de cárcel por parricidio frustrado en perjuicio de su hermana Isidra Dávila Medina y 7 años por robo.

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Durante el juicio la secretaría de los juzgados, leyó la sentencia, reiterando que “se le impone al acusado Wilfredo Manuel Herrera Medina, la pena de prisión perpetua, por ser autor de parricidio en perjuicio de María Angélica Medina”.

El judicial además ordenó la devolución de los bienes pertenecientes a Isidra. El Celular, 15 mil 300 córdobas, $38 dólares, las tarjetas de crédito y débito, y otros bienes más. El hombre pasará el resto de su vida en una prisión, cerrándose así, este caso de parricidio.

Asesinó sin piedad a la mujer que lo trajo al mundo

De esta manera el judicial decidió el futuro del despiadado hijo que, por increíble que parezca, mató a la fémina que lo trajo al mundo e intentó acabar con la vida de su propia hermana.

Según el relato de la representante del Ministerio Público, el ciudadano “aprovechando que su madre era una persona vulnerable que padecía de enfermedades crónicas y sobreviviente de cáncer, que le costaba caminar se apoya de un andarivel, el acusado prosiguió con su actuar en contra de su madre con total menosprecio a la vida de la víctima.

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Así mismo, la representante del Ministerio Público, indicó que el acusado se apoderó de una tarjeta de banco BDF, una tarjeta del banco BDF plateada propiedad de la víctima, las cuales agarró y guardó en la bolsa derecha del pantalón que vestía el señalado.

El atroz crimen ocurrió el pasado 15 de abril de 2024 en la Colonia 14 de Septiembre y fue la hija de la fallecida y hermana del asesino, quien descubrió todo por medio de unas cámaras que estaban vinculadas a su teléfono celular.