Se registran dos ataques más contra la Iglesia Católica en menos de una semana

El pasado martes, una persona desconocida intentó boicotear la eucaristía que oficiaba un líder católico en la Iglesia Monseñor Lezcano en Managua; un día después de este incidente, otros sujetos entraron al Santuario Nuestro Señor de Esquipulas de Jinotega y robaron varios objetos. Los dos ataques a los templos católicos se dan en medio de un contexto en donde la Iglesia Católica es perseguida y asediada por la dictadura sandinista.

De acuerdo a información publicada por el Padre Asdrúbal Zeledón Ruiz, Rector del Santuario Nuestro Señor de Esquipulas, en la página de Facebook de este templo, los desconocidos robaron el dinero de las ofrendas, dañaron las cerraduras y parte del concreto de las paredes, además de las ventanas.

“El hombre es naturalmente bueno, es la sociedad que lo corrompe” (Jacques Rousseau). En mi calidad de Rector del Santuario Nuestro Señor de Esquipulas, hago del conocimiento a la feligresía lo siguiente: El día de hoy el sacristán me notificó que una persona había ingresado a la sacristía, se pude constatar daños de estructura, forcejeo de ventana y cerradura”, denunció el líder católico del Santuario Nuestro Señor de Esquipulas.

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Además, el líder católico denunció que los delincuentes se llevaron también un piano Yamaha, el vino de consagrar y una extensión eléctrica.

“Bendito sea Dios, que este acto de vandalismo no pasó a ser sacrílego, el Santísimo no fue tocado, igual los vasos sagrados, candelabros, misal, leccionarios y ornamentos”, manifestó el Padre Asdrúbal Zeledón Ruiz.

Así mismo, el Padre Zeledón aseguró que el acto vandálico ya fue interpuesto ante la Policía Sandinista y pidió a la población no tergiversarlo. “Ya estamos trabajando para cubrir los daños ocasionados”, dijo.

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Sujeto boicotea misa en Managua

El pasado martes, un hombre de identidad desconocida también intentó boicotear la Santa Misa en la parroquia Sagrado Corazón de Jesús, ubicada en el barrio Monseñor Lezcano, en la capital Managua, a donde entró, supuestamente, para pedir ayuda.

No obstante, se quedó frente al altar delante del sacerdote que oficiaba la misa, y empezó a hablar dejando al padre sin poder ver a la feligresía, con la clara intención de boicotear la Santa Misa, según refirieron feligreses.

Esta no es la primera vez que situaciones como estas se registran en distintos templos católicos, en un contexto en donde Daniel Ortega y Rosario Murillo sostienen una intensa campaña de odio, asedio, amenazas, cárcel y exilio en contra de la Iglesia Católica y sus líderes espirituales.