Dictadura de Nicaragua prohibe casi 5 mil procesiones de la Iglesia Católica en Semana Santa

La investigadora nicaragüense, Martha Patricia Molina, experta en temas religiosos, denunció este lunes que la dictadura de Ortega Murillo prohibió 4,800 procesiones de la iglesia católica durante la Cuaresma de 2024, sobre todo para Semana Santa que inicia el domingo de ramos, 24 de marzo.

En sus redes sociales, Molina afirmó que el régimen sandinista volvió a dar una estocada a la fe católica en Nicaragua al cancelar la procesiones en las calles este año, exhibiendo la falta de libertad de culto en el país como parte de la campaña de desprestigio de la dictadura en contra de la iglesia católica y sus autoridades.

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“Dictadura Ortega-Murillo prohíbe 4,800 procesiones para Cuaresma/Semana Santa 2024. Esta cifra incluye las procesiones que se realizaron/realizaran en los 4 viernes de cuaresma, domingo  de ramos y las que se efectuaran directamente en la propia Semana Mayor”, indicó.

Molina observó que pocas parroquias en el país han realizado procesiones “alrededor de la manzana del templo”, como ha ocurrido en varias iglesias de Masaya, una de las ciudades más atacadas en 2018 por la dictadura sandinista.

Y que para la Semana Santa que se aproxima se espera que las procesiones más emblemáticas de toda la cuaresma se realicen “intramuros” en Nicaragua. Incluso, adelantó que la tradicional procesión de la Sangre de Cristo del Viernes Santo, también queda suspendida al igual que años anteriores.

“La gran mayoría de las parroquias/capillas efectuaran las procesiones intramuros, incluidas las catedrales de las diferentes Diócesis/Arquidiócesis”, añade.

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Siguen “los cristales rotos”

Ante este escenario desconsolador para la iglesia católica, Molina dejó entrever el aprovechamiento de la dictadura sandinista al organizar una serie de actividades religiosas de Semana Santa sin autorización y participación de las autoridades eclesiásticas de Nicaragua.

Debido a un monitoreo realizado por Molina, la experta pudo constatar que en muchas parroquias han optado por ejecutar otras actividades religiosas como rezo del rosario o vela de una imagen, en vez del penitencial viacrucis alrededor del templo o a lo interno del mismo.

“Algunas procesiones han sido permitidas, pero en la cuadra del templo, pero a última hora se presenta un agente de la Policía Nacional y una contraorden para que no salgan, bajo amenaza de ser encarcelados”, aseguró.

Para Molina, esta movida estratégica del régimen orteguista evidencia “que la etapa de los cristales rotos que comete la dictadura en contra de la Iglesia Católica no ha cesado”, en referencia a las últimas declaraciones de Rosario Murillo en que dijo que “los cristales rotos quedaron en el pasado”.

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“Las campanas no repican con seguridad alegría y victoria a como lo mencionó en su momento la consorte del dictador Ortega Saavedra. Espero que hoy en los próximos días doña Rosario Murillo cambie de opinión y revierta las prohibiciones de las actividades religiosas que hasta el día de hoy siguen vigente”, finalizó Molina.