Padre Raúl Zamora es nombrado vicario de parroquia Saint Leo, en Florida, tras destierro al Vaticano
El sacerdote Raúl Zamora era párroco de la iglesia Divina Misericordia en Managua y fue detenido en diciembre del año pasado por la Policía sandinistas y desterrado por Ortega al Vaticano.

Padre Raúl Zamora, antiguo párroco de la iglesia Jesús de la Divina Misericordia de Villa Fontana, Managua.
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El sacerdote Raúl Zamora, uno de los religiosos nicaragüenses desterrados en enero pasado al Vaticano, confirmó que luego de dos décadas de servicio en la Arquidiócesis de Managua fue nombrado vicario de la parroquia Saint Leo de la Diócesis de Venice en Florida, Estados Unidos.
En una publicación del boletín dominical entregado a los feligreses el reciente fin de semana, el religioso católico informó que fue nombra Vicario del padre Jarek Sniosek, quien es párroco de la iglesia Saint Leo.
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“Estoy muy emocionado de servir al señor y de caminar con usted y su pastor, el padre Jarek, juntos como una iglesia en este camino de fe”, reza la publicación del religioso nicaragüense.
El padre Zamora narró que en la década de 1980 tuvo su primer exilio y 15 años después regresó a su patria para entrar al seminario y convertirse en sacerdote católico a la edad de 30 años. Desde entonces su servicio fue para la arquidiócesis de Managua hasta su destierro, en enero pasado, hacía el Vaticano.
“El 30 de diciembre de 2023 estuve en la cárcel junto a otros 15 sacerdotes, dos seminaristas y dos obispos. Todos fuimos exiliados a Roma a mediados de enero”, detalló.
Protegió a universitarios en 2018
Es así como el sacerdote nicaragüense llega a los Estados Unidos y se encuentra con el obispo Frank Dewane de la Diócesis de Venice, quien lo asignó como Vicario de esta comunidad parroquial.
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“Espero experimentar la alegría de lo que el señor resucitado está haciendo por ustedes y en ustedes, y quiero servirle humildemente a cada uno de ustedes”, finaliza la publicación en el boletín dominical.
El padre Zamora fue uno de los testigos de la represión y el asesinato de estudiantes que se atrincheraron en 2018 en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua).
En la iglesia Jesús de la Divina Misericordia quedaron marcados los impactos de balas de las 18 horas de fuego de la sancionada Policía sandinista que asedió la parroquia como parte de la Operación Limpieza, donde se encontraban refugiados los universitarios.