Policía orteguista prohíbe a parroquias realizar posadas navideñas en las calles

Las posadas navideñas, pastorelas o pases del Niño Dios han sido prohíbidos de facto por la dictadura de Daniel Ortega. La denuncia la han realizado algunas parroquias de forma anónima a través de la abogada Martha Patricia Molina, quien se dedica a documentar los casos de de represión a religiosos católicos.

Molina afirmó en su cuenta de Facebook que la “dictadura sandinista envía a emisarios policiales a parroquias para informar que no están autorizadas las posadas navideñas que siempre ha programado y desarrollado la Iglesia Católica en todos los barrios”. Al igual que las festividades religiosas, procesiones y viacrucis “todo tiene que realizarse a lo interior de los templos”.

Aunque la medida de prohibir alguna actividad religiosa que requiera salir a la calle no es nueva, en esta ocasión el régimen orteguista ha enviado a operadores políticos a dejar en claro a sacerdotes que “ni se les ocurra sacar una procesión”.

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Ortega y Murillo han desatado una persecución constante en contra de sacerdotes católicos al considerarlos sus enemigos y calificarlos como “representantes del demonio”, una postura creada por la misma esposa del dictador.

Las posadas son procesiones realizadas del 16 al 24 de diciembre, son exactamente nueve las que se realizan previo al nacimiento de Jesús, el 25 de diciembre. Comunmente son protagonizadas por niños y niñas que recrean personajes de la época como los tres reyes magos, partorcitas, San José y la Virgen María embarazada.

Recordar la llegada del Niño Dios se ha convertido en molestia para la codictadora que sin ningún remordimiento ha coartado la libertad religiosa en Nicaragua, pese a que en los últimos días se ha declarado ferviente católica devota de la Virgen de Guadalupe.

Al prohibir de facto cualquier actividad religiosa, el régimen de Daniel Ortega viola el Arto. 29 de la Constitución Política de Nicaragua que dice que todo nicaraguense tiene derecho a profesar o no una religión, “ni nadie puede ser objeto de medidas coercitivas que puedan menoscabar este derecho”.

Según Molina, desde el año 2018 hasta el 2023 “la Iglesia Católica ha soportado 740 ataques en su contra. Solamente en el año 2023 se realizaron 275 agresiones”.