Dictadura de Ortega recibe a nueva embajadora de España tras sacar a su representante en ese país

La dictadura sandinista a través de Denis Moncada, recibió este miércoles las copias de Estilo de las Cartas Credenciales de la nueva Embajadora de España en Nicaragua, Pilar María Terrén Lalana.

La noticia fue dada a conocer luego que el régimen sandinista restringiera el ingreso a Managua de la antigua embajadora española, María del Mar Fernández-Palacios.

Durante la reunión de recibimiento, Moncada señaló que el compromiso de relación diplomática entre ambas naciones se rige “en cuanto al marco del derecho internacional, los principios y valores de la Carta de las Naciones Unidas”.

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Esto con el fin de lograr “una relación de fortalecimiento de amistad, de cooperación, de intercambio, de inversión, de solidaridad”, y sobre todo “de igualdad soberana de los Estados, de respeto a los principios de no injerencia en los asuntos internos de nuestros países“.

Nueva embajadora reconoce lazos históricos con Nicaragua

Por su parte, la nueva embajadora dijo estar muy contenta al reconocer que España y Nicaragua siguen unidos por “lazos históricos y culturales de larga data” que han “permitido tejer unas relaciones de hermandad y de amistad”.

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No obstante, pese a que el gobierno de España es uno de los principales donantes para Nicaragua de vacunas contra la pandemia del Covid-19, el pasado mes de marzo Ortega decidió retirar a su embajador del país europeo, Carlos Midence.

España ha sido uno de los países que ha criticado fuertemente la reelección del dictador nicaragüense, Daniel Ortega, quien obligó suspender el funcionamiento de Casa España-Nicaragua tras informar que la Asociación Española Nicaragüense Casa España/Club Campestre, “opera bajo contradicciones y falta de entendimiento”.

Peleas entre Ortega y España

En febrero pasado, el ministro Moncada emitió una nota de prensa en donde se “desahoga” en contra el canciller del Gobierno de España, José Manuel Albares.

En ese momento, Moncada pidió a Albares “centrarse en los temas de su competencia y cesar ya en su intento de interferir en las decisiones y acciones de un Estado Soberano”, haciendo énfasis en que desde ningún punto de vista tiene autoridad alguna sobre Nicaragua.

Días después, la dictadura decidió retirar a su embajador al aseverar que España mantiene “continuas presiones y amenazas injerencistas”.