Ola migratoria de nicaragüenses es bien vista por Ortega para oxigenarse de las remesas

La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo ve “con buenos ojos” el aumento de la migración de nicaragüenses que huyen de ella hacia otros países, porque con esta, se registra un crecimiento en las cifras de las remesas, y esto representa un “respiro económico” para su régimen.

En el Informe Anual del Banco Central de Nicaragua, publicado el pasado 31 de enero de este 2023, el BCN indica que Nicaragua recibió un nuevo récord de 3.224,9 millones de dólares en concepto de remesas familiares en el año 2022; la tasa más alta registrada en toda la región centroamericana y del Caribe.

“El flujo de remesas se ha constituido como un importante flujo externo para la economía nicaragüense, siendo particularmente esencial en el financiamiento del balance comercial; jugando un rol fundamental en el fortalecimiento cambiario; pero también representando un potencial elemento generador de crecimiento económico para el país”, dice el informe del BCN dirigido por el orteguista Ovidio Reyes Ramírez.

De acuerdo al documento del BCN estas cifras récord en las remesas se deben “al incremento en el flujo migratorio de nicaragüenses” y representan un 50,2 % más que en el 2021, de los cuales 2.469,7 millones de dólares provinieron desde los Estados Unidos.

“En este año, el país alcanzó niveles récord de estos flujos (US$3,224.9 millones), lo que se tradujo en una tasa de crecimiento anual de 50.2 por ciento, siendo la tasa más alta en la región de Centroamérica y República Dominicana (CARD), donde las remesas crecieron en promedio 8.4 por ciento (excluyendo a Nicaragua)”, indica el informe de esa institución financiera.

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Variación en los ingresos de remesas afectaría a Nicaragua

No obstante, lo que para la dictadura es una alegría por los beneficios económicos que obtiene a través de las remesas que envían migrantes nicaragüenses, para Manuel Orozco, director del Programa de Migración de Diálogo Interamericano, esto podría crear una relación de dependencia y un cambio dejaría más vulnerable la economía de un país.

“Si en un país la actividad económica de un rubro en particular —remesas, por ejemplo— representa más del 5 % de su ingreso nacional, crea una relación de dependencia. Un cambio puede afectar el funcionamiento del entorno nacional”. Una variación en los ingresos de remesas, como ocurrió en el año de la pandemia, puede poner en condición de vulnerabilidad la economía de esas naciones”, advirtió Orozco.

Diálogo Interamericano concluyó en un informe que “el 10 % de los nicaragüenses han huido en un lapso de cuatro años. La intención de migrar en estos países está impulsada por el miedo, la represión, el encarcelamiento y la exclusión económica.

En el mismo documento, el organismo señala que “estos países han visto conveniente expulsar a las personas como una forma de reducir las presiones de la sociedad y recibir remesas en su lugar: la fuerza laboral nicaragüense no ha aumentado desde 2017, mientras que las remesas aumentaron del 12 % al 21 % del ingreso nacional, y el 14 % de los ingresos fiscales”.

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“Es un hecho que los flujos migratorios benefician a la dictadura” 

El economista Marcos Aurelio Peña afirmó a Nicaragua Actual que aunque el Banco Central de Nicaragua no lo reconozca, es hecho que el incremento en las remesas monetarias en un 50% del año pasado se debe a los flujos de migración de nicaragüenses que se ven obligados a salir de su país de origen para buscar una mejor calidad de vida en otro país.

“Ponderando o inclusive haciendo un análisis de costo-beneficio de las personas, concluyen que el beneficio de irse es superior al beneficio de quedarse y el beneficio de llegar al país de destino es mayor que el costo asumido”, señala Peña en cuanto a la migración de nicaragüenses.

Peña identifica dos tipos de costos cuando una persona emigra: el coste económico que es el del viaje y el costo que incluye los riesgos y los peligros que corren las personas al irse por vías irregulares.

“Vamos a suponer de Nicaragua hacia Estados Unidos, en el camino corren el riesgo y el peligro de ser violentados y sufrir todo tipo de vejámenes, violaciones a sus derechos humanos, las mujeres corren peligro, su integridad sexual, los hombres también, obviamente los niños y las niñas, y luego tratar de cruzar el Río Bravo en la frontera norte”, subraya Peña.

Nicaragüenses se van para buscar mejor calidad de vida

Para el economista, todo eso forma parte de la tragedia mundial de la migración pues cada vez más nicaragüenses emigran a otro país para buscar una mejor calidad de vida. “Eso se conoce como fuga de talentos y fuga de músculos, porque se ha salido muchísima población joven profesional y técnicamente preparada”, advierte.

Así mismo, el experto en Economía lamenta que Nicaragua siga perdiendo talento y fuerza de trabajo debido a los grandes desequilibrios en el mercado laboral a nivel interno, porque los migrantes concluyen que ya el país no es el lugar para sacar adelante su propio proyecto personal de vida.

“Eso explica que tengan que irse a otro lado, trabajar inclusive en puestos de trabajo para los cuales no estudiaron, puestos de trabajo que quizás jamás se imaginaron que iban a desempeñar, pero aún así, ganando muchísimo más”, señala Peña y agrega que una fracción de sus ganancias lo envían en concepto de remesas monetarias para apoyar a sus familias.

“Ningún programa gubernamental, ni ninguna promesa de ningún político va a suplir lo que las familias hacen enviando remesas a su familia”, resalta.

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Nicaragua registra incrementos de remesas más espectaculares en la región

Nicaragua registra uno de los incrementos más espectaculares en la región en concepto de remesas monetarias, porque el mayor receptor de remesas monetarias en América Latina ha sido México y el mayor receptor de remesas monetarias en Centroamérica ha sido Guatemala, refiere Marcos Aurelio Peña y eso lo atribuye a lo que ha sucedido en los últimos años que ha provocado un éxodo de nicaragüenses hacia Estados Unidos, Costa Rica y otras partes del mundo.

“Eso es lo que explica ese increíble incremento, además de que los nicaragüenses están logrando ubicarse laboralmente en puestos de trabajo formales e informales en el país de destino y enviando sus remesas monetarias que van de 100 a 300 dólares para que su familia sostengan determinado nivel de consumo y con eso pagar sus cuentas cada 15 días o cada mes y por supuesto, tengan productos de primera necesidad en su alacena”, concluyó Peña.