Comunidad nicaragüense realiza alfombra procesional en nombre de Monseñor Rolando Álvarez

El exilio nicaragüense dentro y fuera de Guatemala, elaboró una alfombra procesional dedicada a Monseñor Rolando Álvarez, Obispo de Matagalpa y Administrador Apostólico de Estelí, secuestrado por la dictadura Sandinista desde agosto del año pasado.

La alfombra fue elaborada en el atrio de la Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe en la zona 10 de la capital de Guatemala, para el Cortejo procesional de la imagen de Jesús Nazareno de la Mirada Serena.

Según el medio radicado en Guatemala La Cutacha Noticias, esta “actividad fue posible gracias al aporte económico de miembros de la comunidad nicaragüense que están dentro y fuera del territorio guatemalteco, así como también por el apoyo de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB)”.

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La alfombra procesional se realizó con el objetivo de rezar por la libertad de Monseñor Álvarez, quien el pasado 9 de febrero fue enviado a una de las peores cárceles del País conocida como La Modelo, descrita por excarcelados políticos como un centro de torturas.

El religioso fue condenado por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo a 26 años de prisión, tras oponerse a ser desterrado junto a 222 presos políticos que fueron enviados a los Estados Unidos.

Monseñor Álvarez fue acusado de “traidor a la patria” y fue víctima de confiscación al igual que otros 316 opositores nicaragüenses.

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El pasado 25 de marzo, en medio de la presión de organismos nacionales e internacionales de derechos humanos que exigían conocer el paradero y el estado físico del obispo Rolando Álvarez, la dictadura Sandinista hizo pública las primeras fotografías del líder religioso después de 40 días aislado y secuestrado en la celda de tortura “El Infiernillo”, en La Modelo, Tipitapa.

Medios propagandistas de la dictadura sandinista publicaron fotografías en las que el clérigo aparece con su vestimenta azul de recluso, en una mesa lleno de comodidades y alimentos sellados junto a sus hermanos Vilma y Manuel Álvarez Lagos, como un intento de desviar el trato inhumano al que ha sido sometido el obispo desde su secuestro en agosto de 2022.