Alianza Internacional para la Libertad Religiosa denuncia a Nicaragua por perseguir y discriminar a la Iglesia Católica

La Alianza Internacional para la Libertad Religiosa o de Creencia (IRFBA, por sus siglas inglés); una organización integrada por 37 países, expresó en un comunicado su condena por la creciente “hostilidad, discriminación y persecución en Nicaragua, en concreto las relativas a la Iglesia católica”.

La organización manifestó además su preocupación por el permanente incumplimiento del Estado de Nicaragua de sus responsabilidades en materia de Derechos Humanos, entre ellos el de la libertad de religión o de creencia.

La Alianza Internacional manifiesta en su denuncia que “en menos de cuatro años la Iglesia católica ha sido objeto de 190 ataques, entre ellos el incendio en la catedral de Managua en agosto de 2020 o acoso policial contra obispos y sacerdotes, según informes de ONG” y resalta la situación que vive Monseñor Rolando Álvarez, de quien se desconoce su paradero y su condición física.

“Solicitamos la liberación inmediata del obispo Álvarez y de los otros sacerdotes injustamente detenidos y que la libertad de religión o creencia sea restaurada”, indican en el escrito.

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A Monseñor Rolando Álvarez lo secuestró la guardia sandinista bajo el mando del Comisionado Sergio Gutiérrez y por órdenes directas de la pareja dictatorial desde el 04 de agosto, cuando se encontraba en la Curia Episcopal de Matagalpa junto a otros siete religiosos.

El 19 de ese mismo la misma guardia trasladó a siete religiosos, entre sacerdotes, laicos y un camarógrafo que acompañaban al obispo, a las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial conocidas como el Nuevo Chipote, mientras que a Monseñor Álvarez supuestamente lo encerraron en la casa de sus padres en Managua. Desde entonces no se tiene ninguna información sobre el líder católico de Matagalpa.

En Nicaragua hay ocho sacerdotes secuestrados en El Chipote con acusaciones inventadas a quienes se les ha reprogramado el juicio hasta diciembre próximo.

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“Un juicio como ya sabemos amañado, dónde el sistema, el aparato está controlado por el sistema por los jueces, pero todos sabemos, el pueblo sabe quién lo controla, no perdemos la esperanza, sabemos que como cristiano tenemos la fuerza en la oración” dijo el sacerdote nicaragüense, Erick Díaz, quien recientemente se exilió en Estados Unidos tras la persecución del régimen sandinista.

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El régimen de Daniel Ortega ha acusado a la Iglesia católica  de ser una “dictadura” y una “tiranía perfecta” y de no practicar la democracia.

Recientemente el dictador Daniel Ortega, en el acto en ocasión del 43 aniversario de la Policía Nacional, también acusó al papa Francisco de haber utilizado “a sus obispos en Nicaragua para dar un golpe de Estado” en el marco de las manifestaciones que estallaron en abril de 2018. Mientras su esposa, Rosario Murillo, tildó a los lideres católicos de “enviados del diablo”.