Madre de policía Faber López indignada por ascenso póstumo: “Eso no devolverá la vida de mi hijo”

Fátima Vivas, madre del inspector de la Policía, Faber Antonio López Vivas, fallecido en el contexto de las protestas sociales de 2018, reaccionó con indignación al conocer que la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo le realizó un ascenso póstumo a su hijo y expresó que “eso no le va a devolver la vida a mi hijo, que ellos mismos mataron”.

“¿Para qué darle un grado de comisionado a mi hijo si lo único que él tenía era derecho a vivir y a estar con su familia? ¿Para qué un grado de comisionado general si eso no me va a regresar a mi hijo?, se pregunta la madre del policía que falleció el 8 de julio del 2018.

La madre de López Vivas, quien se encuentra en el exilio por las amenazas del régimen, considera que la acción de la Policía sandinista al ascender póstumamente a su hijo a Comisionado General, el más alto rango en esa institución, no es nada sorprendente porque “ya se sabe que la dictadura es capaz de cualquier cosa”.

“Desde el inicio vimos cómo inventaron y quisieron mentirme con la versión diciendo que los terroristas habían matado a mi hijo, pues si los terroristas son ellos”, expresó Vivas a 100% NOTICIAS.

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Dictadura sandinista le fabrica una esposa

Así mismo, continuó con su denuncia de que el régimen sandinista le adjudicó una esposa falsa a su hijo asesinado a la que le dieron una condecoración en la Policía de El Rama.

Luego, el siguiente año, siguieron llevando a personas haciéndolas pasar por familiares.

“Ella después que recibió, pensión, un bono de alimentación de 5 mil córdobas mensual para compras en el comisariato de la policía, cocina amoblada, después de recibir todo los beneficios se casó con un policía y con todo el dinero que recibió a nombre de mi hijo le compró una moto a ese policía”, dijo.

Vivas denuncia además que la familia paterna de su hijo también se está lucrando de su muerte y fueorn ellos quienes llegaron a recibir los grados de honor en el acto del 43 aniversario de la Policía Sandinista, sin el consentimiento de ella.

“Ayer en el acto en Managua estaba Arlin López, hermano del padre de mi hijo, recibiendo la medalla… ese es un servil más de Daniel Ortega porque le ofrecieron un puesto en la alcaldía de Santo Tomás, Chontales y está ahí trabajando. Son serviles, chupa platos y lamebotas de Ortega y Rosario Murillo”, expresa con indignación.

Familiares paternos de López se exilian en Estados Unidos

Fátima Vivas también reveló a 100% Noticias que algunos familiares paternos de su hijo asesinado, que siempre residieron en Costa Rica y no tenían ningún contacto con él, ahora se lucran y pretenden utilizar el nombre de Faber López para pedir asilo político en Estados Unidos.

“Me llaman a mí que yo les mande pruebas, yo les dije que yo no me voy a prestar a juego de mentiras, cosas que son mentiras, que ellos nunca han vivido en Nicaragua ni han sido perseguidos políticos y son afines al gobierno, entonces van con mentiras a Estados Unidos a pedir asilo en nombre de mi hijo. Entonces que son unos corruptos”, manifiesta.

Asesinato de su hijo

Faber Antonio López, exoficial de la Policía Sandinista, es otra víctima más del régimen de Ortega por negarse a reprimir las marchas antigubernamentales de 2018. Vivas narró que su hijo -quien servía a la policía sancionada- fue asesinado el 8 de julio de 2018.

Aunque el acta de defunción del Instituto de Medicinal Legal (IML) indicó que murió por impacto de bala, un dictamen forense privado determinó que la causa real de su deceso fue por sometimiento a torturas por 24 horas.

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Su madre señala que al joven lo asesinan tras recibir torturas de golpes en su cuerpo, quemaduras de cigarro y heridas de arma blanca. Ante su insistencia de exigir justicia por la muerte de su hijo, el asedio parapolicial a su persona no se hizo esperar, por lo cual tuvo que exiliarse a cinco días del crimen para resguardar su vida.

Relata que no tuvo el tiempo necesario para denunciar ante la policía sancionada o ante el Ministerio Público el caso de su hijo y, peor aún, no logró recibir un dictamen balístico, por lo cual siempre rechazará la versión del IML, de que su hijo murió de un impacto de bala.