Familiares de indígenas asesinados piden justicia y demandan al gobierno la verdad sobre los hechos

Hartazgo total de la vulnerabilidad, exclusión, violación a sus derechos, desplazamiento forzado, exterminio a mano de colonos y robo de las riquezas en sus tierras, es lo que denunciaron familiares de indígenas asesinados, quienes exigen la verdad en los hechos y plena justicia; concuerdan que se ven relegados y sin garantías de absolutamente nada, abandonados históricamente por los gobiernos y sufrimiento a manos del sandinismo.

“No queremos que más colonos invadan nuestras tierras. Parece que al gobierno de Nicaragua le importa que los colonos se reproduzcan y ocupen nuestros espacios; exigimos que se vayan los colonos…No sabemos cómo están viniendo este montón de gente aquí y si Daniel los metió pues que los venga a sacar”, expuso una indígena.

Los indígenas piden que los cuerpos de los asesinados en Kiwakumbaih (Roca del Diablo), sean rescatados y entregados a sus familias para darles digna sepultura, al mismo tiempo que describen que la saña y el odio fueron ejercidos contra los originarios, muchos de ellos con hijos que hoy quedan en la orfandad.

Explicaron que el trabajo en sus propias tierras ya no se puede realizar, pues cada vez más se ven replegados por colonos que, armados, los amenazan y se apropian de numerosas manzanas fructíferas para la siembra, pesca y mina.

“Del 2010 para acá y ahora, totalmente, de junio para acá, no trabajamos en el campo, porque sólo amenazas y amenazas y todos los lugares donde trabajábamos se han ocupado por parte de los colonos”, detalló un originario del lugar.

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Los indígenas criticaron la falta de apoyo por autoridades policiales, quienes, de acuerdo a sus denuncias, no prestan seguridad y menos, investigan los actos cometidos por usurpadores de sus tierras que llegan del Pacífico.

Análisis de la postura policial en torno a la reciente masacre de indígenas

De acuerdo al ambientalista, Amaru Ruiz, la Policía omite que el día 11 de agosto recibieron en Bonanza, una denuncia sobre las amenazas en el cerro Kiwakumbaih, en el que se ejecutó la masacre, por lo que se habla de inoperancia y negligencia de las autoridades.

Así mismo, denuncian que la Policía habla de 9 asesinados, sin embargo, los familiares contabilizan 12 indígenas ultimados y que se eliden nombres de sospechosos que, con antelación, han actuado contra comunidades indígenas, tal es el caso de Alal en 2020.

“Dentro de las inconsistencia de acusados, comunitarios señalaron que la banda que operó fue una banda liderada por Isabel Meneses, alias Chabelo, quien en el listado de la Policía Nacional no aparece este sospechoso, es más, no se menciona ningún mestizo; los principales acusados corresponden a familiares de Bersinia Celso Lino, quien habría interpuesto la denuncia (sobre las amenazas de ocupación por parte de colonos) y que, extraoficialmente, se conoce han sido amenazados y hostigados para acusar a sus propias familiares”, detalló el ambientalista Amaru Ruiz.

En la conferencia que brindaron estuvieron familiares de indígenas asesinados, no sólo este pasado 23 de agosto en Kiwakumbaih, Bosawás, sino de casos que llevan meses y algunos años en la impunidad.

Los denunciantes, (familiares y Fundación del Río), solicitan una investigación independiente con peritaje internacional para conocer las verdaderas responsabilidades.

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