Forense dice que huesos hallados en estómago de cocodrilo no son los del niño nicaragüense

Un patólogo costarricense le confirmó al señor Julio Rubén Otero, que los huesos y cabellos encontrados en el estómago de un cocodrilo sacrificado el 26 de noviembre, no son humanos, por lo tanto se descarta que correspondan a los restos de su hijo Julio, el niño de 8 años, quien fue atacado y devorado por uno de estos reptiles el 30 de octubre de este año.

El señor Otero recorrió más de 100 kilómetros para presentarse hasta las oficinas de la Medicatura Forense de San José de Flores, en Heredia, donde le informaron del avance de las investigaciones en referencia a su caso, según reporta el medio Despacho 505.

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El Médico patólogo le informó ál señor Otero que lo extraído del vientre del cocodrilo pertenecen a algún animal que este había devorado, luego de determninar que no se trataban de los restos óseos humanos del niño.

Otero, un nicaragüense originario de Matagalpa, cuestionó la pasividad y falta de interés de las autoridades costarricenses en dar respuesta a estas pesquisas porque fue él quien se movilizó desde el poblado Cuatro Millas, en Martina, Limón hasta Heredia para conocer nuevos detalles sobre los restos encontrados.

El padre de familia relató que solo en transporte gastó más de 30 dólares y aún así dice que en la Medicatura Forense lo cuestionaron por llegar sin previo aviso.

Padre del niño no cree en reporte forense

“¿Sabe qué me hace venir aquí? Mi instinto paternal, porque si yo no me muevo, aquí puede pasar un año o quién sabe cuántos años para que me den esos resultados”, les respondió.

El señor Otero relató que la comunicación con el patólogo no fue ni siquiera de forma personal, sino vía telefónica y fue breve y le dijeron lo siguente:

–¿Usted es don Julio?

–Sí, señor.

–Le tengo una noticia que no es muy alentadora. Los huesitos no son de humanos, por eso no le hemos hecho los análisis.

–Doctor, tenga más cuidado, porque todo el pueblo vio que sí eran los huesitos del niño. Y es un pueblo como de 500 personas. Y la gente sacó fotografías, y dicen que sí eran huesitos humanos.

Julio Otero está convencido de que los huesos hallados en el animal pertenecen a los restos de su hijo y mantiene la esperanza de enterrarlos en Matagalpa, Nicaragua, lugar de origen de él y su familia.

Además agrega que se negaron a realizarle exámenes de ADN a él para que fueran comparados con los supuestos huesos encontrados en el animal para examinar a profundidad, y solo le dijeron llamara dentro de 15 días.

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Al pequeño Julio lo atacó un cocodrilo el 30 d eoctubre, cuando el infante disfrutaba de un paseo familiar con sus hermanos y madre en el río Martina.

Por su parte las autoridades de Costa Rica anunciaron una investigación para descubrir quien o quienes sacrificaron al animal, puesto que en este país se considera un delito y  los responsables podrían enfrentar hasta tres años de prisión.

(Con informacion de Despacho 505)